MERLÍN PÚRPURA: MALAFOLLÁ HONORIS CAUSA


Pocas veces escribo de un bloguero en particular, ya sabéis que mis homenajes suelen ser “colectivos”, a no ser que algún pequeño acontecimiento haga que me decante por alguno de vosotros en particular, y así ha sido en esta ocasión. Vengo a hablaros de MERLÍN PÚRPURA, un bloguero que puede parecer críptico y misterioso, desde ese nombre de reputado mago, siempre envuelto en la leyenda, que se ha escogido como “alter ego” para este mundo paralelo que es la blogosfera, pero a poco que os paséis por su casa veréis cuán errónea es esta percepción.

Conoceréis a un ser maravilloso, extraordinario, del que me parece que, en una ocasión dije “que la luz del sol haría daño a la candidez de su alma”, y es que no he conocido a nadie tan sensible, cercano y exquisito como él. En su casa nunca encontraréis una voz más alta que otra, una palabra mal sonante, un reproche, y siempre que escribe, os deleitará con un post de los que te dejan una sensación extraña, de esos que –abandonas su blog con una tierna sonrisa en el rostro- pero que luego, a lo largo del día te hará “rún-rún” en la cabeza, porque te hará pensar, te hará reflexionar, y siempre en positivo, intentando buscar el sentido a esta puta vida (como comprenderéis la palabrota no es suya, sino mía…) y lo bueno del género humano… puede que esas campanillas, mecidas plácidamente por la brisa que provoca que abras la puerta y entre en su casa, sean anuncio gozoso de esa esperanza. Y este es el MERLÍN PURPURA que quería que conocieráis hoy…

¡Aquí hay gato encerrado…! Estaréis pensando más de uno… ¿A qué se debe el motivo de tanto peloteo….? Es que me lo puedo imaginar… ¿Acaso no puedo yo ser justo, ecuánime y agradecido con quién me plazca, sin intenciones ocultas?.... (Risas enlatadas) ¡Pues sí, cabrones, cómo me conocéis! Es que a MERLÍN PÚRPURA le tengo un cariño especial, como a cada uno de vosotros, que conste, pero el hecho desencadenante es distinto en cada uno… en su caso, porque fue el primer comentarista de mi sección MARICAS INSÓLITOS, lo que no es poco, teniendo en cuenta las que a veces me caen encima por definirme como marica y creyente… pero es que además, hay más motivos:

En primer lugar, me pilló en un gazapo, lo que no está nada mal, ya que de esta manera “se nos bajan los humos a los escritores”, y además hay que ser humildes para encajar las críticas de nuestros lectores, que al fin y al cabo escribimos para ellos. Hace ya instituí mi premio GAZAPO para mis lectores avezados (os dejo el enlace porque ahí está la foto del premio) que se puede llevar gustosamente cualquiera que crea haberme pillado en un gazapo (aunque sería de agradecer que me comunicara el motivo, para que yo lo supiera). En este caso me corrigió MERLIN PÚRPURA diciendo que había escrito “indiosincrasia” cuando en verdad, lo correcto, es escribirlo sin “n”, es decir “idiosincrasia”. Sus palabras, agradeciendo el gesto, en su propio blog fueron las siguientes:

No siempre la gente se enfada porque le corrijan sus errores. Como seguidor frecuente de Observatorio Gay Granatense, escritor con buena pluma (o debería decir tecla), fínisimo humor e ironía y perfecta documentación, me encontré un error de expresión que me tomé la libertad de comentar en privado con su autor. No voy por los blogs navegando en busca de meteduras de pata, pero me recordó la corrección que me hizo en su caso el profesor de español en el bachillerato.

Pero la última salida de mi querido MERLÍN PÚRPURA ha sido ya la que le ha valido el premio de los premios, la consideración de las consideraciones. Estoy leyendo el otro día su post sobre la educación (mejor dicho) la mala educación de la gente, que ya no responde ni a un simple, y educado, “¡Buenos días!” y me encuentro con que manifiesta lo siguiente:

Tengo que ir cada lunes a una dependencia oficial a entregar una documentación. Suelo ir a la misma hora y me atiende (es un decir) la misma funcionaria, que desde hace treinta semanas, ningún día me ha contestado el saludo. Ella (malafollá o estreñida), se limita a decir: "¿Qué quiere?", a poner un sello en un papel y a no responderme jamás a un "Muchas gracias, que tenga un buen día".

En seguida me percato del uso de la palabra “malafollá (tan genuina y definitoria del “ser granaíno en el mundo”) y le mando un e-mail preguntándole si esa palabra la conoce por sus once años, ya, de estancia en nuestro país, o si la ha aprendido de mí…. ¡Y me responde que no, que esa palabra la ha incoporado a su léxico a raiz de leerme! Imagináos mi sorpresa, si estuviese ciego (con esas lentillas más falsas que un euro de madera) como el Maestro de la serie KUNG-FÚ, cuando le decía a su discípulo, el pequeño saltamontes: “¡Eres el más aventajado de todos mis discípulos!” le hubiese dicho yo exactamente lo mismo, y es que, efectivamente, he creado escuela, o sea que eso ya se merece que le otorgue mi PREMIO MALAFOLLÁ HONORIS CAUSA, que entrego a todos aquellos que sin ser granaínos de nacimiento han captado la esencia misma de la malafollá.

Por cierto, esto me recuerda que por Noviembre volveré a convocar el II PREMIO MALAFOLLÁ HONORIS CAUSA (como hice el año pasado) y cuyo fallo del jurado (follarse al jurado también vale, lo digo para que vayáis tomando nota) será el día 2 de Enero (un día en el que, como ya expliqué, la malafollá granaína asciende a niveles estratosféricos). Os he dejado sendos enlaces por si os queréis ir preparando, o haciendo el cuerpo. Y recordad una cosa fundamental, que los foráneos, extranjeros, guiris, forasteros y no-granaínos en general no soléis captar: “Malafollá no es lo mismo que malfollado”

Aunque ahora que lo pienso, esto pretendía ser un post homenaje a MERLÍN PÚRPURA, y conforme lo leo, me doy cuenta de que, precisamente –en apariencia- he hecho lo contrario… ¡Le he premiado por malafollá! Además, se me olvidaba, MERLÍN PÚRPURA, aquí tienes tu premio, para que te lo lleves a tu blog, se trata de un bonico jpg de cerámica de fajalauza granaína, las más típica de por aquí… Tú tranquilo, MERLÍN PÚRPURA, que aunque parezca lo contrario a los ojos de los demás, cualquier granaíno que lea este post sabe, perfectamente, que acabas de ser encumbrado a lo más alto, a hijo adoptivo de GRANADA, sin reconocimientos oficiales, que esto sólo se transmite –como las ordenaciones sacerdotales- por la imposición de las manos- en este caso de otro malafollá como yo… ¡Además, lo mismo que el bautismo, imprime carácter, o sea, que ya serás malafollá para toda tu vida!