El otro día os hablaba de las “mentiras” de internet (risas enlatadas, por favor) en relación, por ejemplo a OUT IN PUBLIC, como si la gente fuera follando o aliviándose por ahí con tanta alegría, así que hoy os voy a desmontar otro mito, el de los “straight guys”, porque vamos a ver, hasta donde llega mi limitado entender, del inglés, se supone que los “straight guys” son "chicos hétero", así que mi pregunta es la siguiente… ¿Me lo tengo que creer?
Porque vamos a ver, yo soy tan crédulo como un bebé al que dejan en la guardería, por vez primera, y su mamá le dice “¡ya verás que chupi es el cole!” y te lo crees hasta los dieciocho años… pero vamos, por muy crédulo que sea hay cosas que no me cuadran…
Me puedo creer la típica gilipollez, que fotos de esas hay en internet para aburrir, del típico idiota (mira que si vosotros también lo habéis hecho y yo aquí poniendoos de vuelta y media, como se suele decir) que se compra un IPHONE y su primera tentación es hacerse la típica foto desnudo, delante del espejo, que nunca me ha quedado muy claro si esa necesidad y primer ímpetu es reminiscencia de algún rito antropológico que no alcanzo a comprender (tendré que prestarle más atención a BONES), o es la necesidad de comprobar si el IPHONE funciona, o el narcisismo de verse de nuevo la polla en el espejo ¡cómo si necesitaras un móvil de última generación para eso…! o si no… ¿cuándo meas para dónde miras? (no me extraña que las limpiadoras de todos los WC públicos se quejen), o es que necesitas la foto de los cojones para colgarla en tus tropecientos perfiles… bueno, esto es algo que, por idiota, es decir, inherente a la condición humana, he de presumir que es propio de héteros, gays, “straight” e invertidos…
Me puedo creer, igualmente, lo de las novatadas, sobre todo en ciertos entornos masculino-cerrados como son, siempre son las novatadas en estos ámbitos ¿os habéis fijado?, los equipos deportivos, los colegios mayores masculinos, las fraternidades esas de chicos “ALFA-BETA-GAMA-DELTA” que tanto salen en las películas cutres de jóvenes de ANTENA 3 de los sábados a la hora de la siesta, los cuarteles, las academias militares y hasta los seminarios, si me apuras… porque la novatada lleva implícita las ideas de sumisión a los veteranos y de humillación de los novatos, y en este caso, la humillación siempre mayor es descubrir la propia desnudez, sobretodo si se hace en contra de nuestra voluntad… por lo que, en estos casos, ciertos comportamientos “straight” no me parecen raros, me los creo….
Me puedo creer lo de la “iniciación sexual”, la presión del grupo, la importancia de la pandilla, el fortalecimiento de los lazos de la amistad masculina, y ahora elévame todos estos factores a la enésima potencia con ese componente de hormonas que es la adolescencia… entonces me creo por ejemplo lo de comprar entre todos una revista porno, o alquilar un video porno entre varios de la pandilla, esperar que alguna casa se quede sin padres, y reunirse para cometer la falta de ver pornografía (bueno, eso era antes, que los chicos de ahora han visto más porno a su edad que nosotros en esta vida, la que viene y las de repuesto, si es que nos reencarnáramos…) y me puedo creer que, en el clímax y la excitación, pues se pueda terminar con una pajilla en grupo, a lo sumo, una pajilla compartida o “yo te la hago a ti y tú a mí, pero sin mariconadas… ¿eh?”
Me puedo creer que en medio de una fiesta en la playa, en la disco, en cualquier circunstancia, en la que haya bastante alcohol de por medio, uno se emborrache y pierda la noción de la dignidad, el orgullo y la vergüenza ajena, y que haga cosas de las que luego, al pasar la resaca, se avergüenza, le dan cargo de conciencia o prefiere que nadie se acuerde de ellas… que seguro que, en estado normal, vas a mear a un urinario público e intentas tanto no mirar como que no te miren, y sin embargo, con tres cervezas, dos cubatas y un daiquiri, en una fiesta de IBIZA, no te importa ser el primero en subir al escenario a enseñar la polla, porque hay un concurso a tal efecto, si te lo piede el animador, bueno, se eres “straight”, si te lo pide la gogó que anima la fiesta… o sea, que bajo los efectos del alcohol, lo admito, un “straight” se puede convertir en una diva loca, o como decían las abuelas, por aquel programa de la radio, en “reina por un día”.
Me puedo creer, pues poderoso caballero es Don Dinero, que los “straight guys” animados por un buen fajo de billetes acepten, por ejemplo, desnudarse ante una cámara y hacerse una buena paja… ¡total, es lo que hago siempre, y encima gratis, y los que ven estas guarrerías son maricas, o sea que mis amigos nunca me verán!, o que acepten hacerse fotos en plan amateur, o incluso que ellos mismos se las hagan, a lo sumo, y esto ya es mucho suponer, que incluso acepten pajearse recíprocamente con otro “straight” si es por dinero, lo mismo que tú, máxime si encima ese amigo lo puedo escoger yo… o sea que sí, que me lo creo…
Pero lo que no me creo, y no me lo creo, ni me lo voy a creer son todos esos cientos de páginas porno que, y encima son de pago, que bajo la etiqueta de “straight” lo que sea, es decir “straight frat college”, “straight high school”, “straight army navy”, etc, etc… pretenden “vendernos” la típica galería de fotos, o descargas de vídeo, en la que se supone que voy a ver cómo desvirgan a un “straight” de estos por vez primera, o como se la chupan los unos a los otros, o como terminan todos follando como en mi guía de las orgías del otro día (y no me ha salido pareado, me ha salido tri-rimado)… no me lo creo porque el lema de todo hétero de pro, que se precie de ello (y no me refiero a héteros en el armario, curiosones o bisexuales), me refiero a los héteros homófobos, machistas y macho men de USERA de toda la vida… es ese, que tanto alardean de que: “¡Por el culo, ni el pelo de una gamba!” Es decir que los de este tipo de páginas “straight” no me creo nada de nada, que tienen de “straight” lo mismo que yo… que son todos modelos porno gays, profesionales, que ponen cara de susto cuando sale la primera polla en la escena (para dar a entender que son “straight”) pero que luego se mueven en la cama y la chupan con más brío que una puta lagartija revoltosa en la cama… ¡Vamos ya, que no me lo creo, y no me insistas!