¡Ladrillazo!


¡Nadie sabe la tranquilidad que me ha quedado en el cuerpo al enterarme que Sus Señorías son tan tontos como todos nosotros!

Y es que, esta mañana no he podido evitarlo y -aprovechando que conozco a varios diputados, muy señorías todos- me he metido a cotillear sus bienes declarados y que han sido publicados debidamente... Ya! ¡soy cotilla! Pero... con ello, disfruta mi colilla... ¡qué le vamos a hacer!.

Y... ¡joder!... He descubierto varias cosas: la primera es que Thiago, a pesar de haberse comprado un flamante A3 en el que me ha dado una vuelta por Madrid haciendo de atento Cicerone, resulta que NO es diputado -es un poco putilla, pero nada diputa-, y la segunda y más transcendente para mí es que Sus Señorías Putados resulta que todos están HIPOTECADOS... ¡y qué hipotecas!... ¡Eso son hipotecas y no las nuestras!... Es que los Putados en España son Grandes hasta para hipotecarse. Y, aunque mienten como bellacos en su declaración de bienes -sin ir más lejos, no me creo yo que mis Putados conocidos tengan en el banco únicamente 15.000 euros-, lo cierto es que, son amantísimos de las Hipotecas.

Y claro... yo me descojono... porque he descubierto que algún Putado de los que me interesan hasta ha pedido un préstamo personal de 30.000 euros... jajajaj!... ¡por dios, qué cosas! Y yo que pensaba que los Putados no piden préstamos para comprarse un coche y resulta que el Putado que conozco, pide préstamos personales y todo... jajaaj! ¡tremendo!.

Pero, carcajada me ha entrado al comprobar que los Putados son tan idiotas como el resto de mortales... porque si el resto de mortales somos imbéciles creyendo que un Pisito es la mejor de las inversiones y que no hay cosa mejor que tener cuatro metros cuadrados, nuestros Putados demuestran una ingenuidad más grande que la nuestra, pues todos ellos tienen cientos de pisos y cientos de hipotecas que los gravan... ¡total! que como bien dice el dicho, nuestros Putados son el fiel reflejo de nuestra estulticia inversora y que cuando los "sabiondos" economistas se reían del pueblo por sus nefastas consideraciones inmobiliarias, también se reían -por deducción- de nuestros Putados Hipotecados, que han confiado ciegamente en el ladrillo más que nosotros... ¡Tremendo!

Pero... verdaderamente, hoy me voy a la cama más tranquilo: Sé que mis amigos Putados tienen préstamos a devolver y son tan tontos como el resto de los españoles... jajajaj!... Además de ser unos mentirosos compulsivos, ¡claro!.

Ah! Y, ¡VIVA LA VIRGEN DEL PILAR! Que ¡esto es España, coño!