Mi madre, en lo que se refiere a los cambios estéticos, al menos mientras mis hermanos y yo estábamos bajo el imperio de la ley, esto es la SACROSANTA CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA INDEPENDIENTE DE SU CASA, y que se resume en un solo artículo: “Mientras vivas debajo de mi techo harás lo que yo te diga”, solamente tenía una máxima: “Puedes hacerte todos los cambios que quieras: Si te cortas el pelo, luego crece; si te lo dejas largo, luego te lo cortas; si te lo tiñes, te lo destiñes; si te pones lentillas, te las quitas… pero… ¡nada de cambios irreversibles! Esto es: tatuajes, agujeros, pendientes y piercings”… La verdad es que esta prohibición a mí no me afecta mucho, teniendo en cuenta lo poco dado que soy a los cambios radicales, quizás como buen TAURO que soy, tan apegado a la rutina y la costumbre, sin embargo, como ya de primeras, considero que todo cambio es malo, a los sumo, no es algo para tomar a la ligera, y necesita de una buena reflexión (de varios años a lo sumo), es por lo que me he partido de risa con la última gilipollez de los norteamericanos…
Al parecer una subnormal, perdón que escribo tan deprisa que se me olvida la corrección política, empiezo otra vez: Al parecer, una discapacitada psíquica (¡Es que así no se entiende, porque a ella no le pasa nada, es subnormal y punto!) de lesbiana norteamericana –de la que no diré el nombre porque no tengo ganas de buscarla en SAN GOOGLE BENDITO, y porque no me apetece hacerle más publicidad), que ha sido activista gay toda su vida e involucrada con todos los lobbies de presión al respecto, ha tenido una especie de “visión celestial” y de la noche a la mañana se “ha convertido” al buen camino, por lo que a partir de ahora anda predicando, sí, predicando, y difundiendo un método en virtud del cual, ahora viene la subnormalidad, es posible dejar de ser gay en diez sencillo pasos…
Así que, teniendo en cuenta que soy gay, y que a mi madre no le gustan los cambios irreversibles, he decidido “autoaplicarme” los diez mencionados pasos, a ver qué pasa, o sea que me convierto en víctima de la ciencia, en cobaya humana, a fin de poderos mejor informar sobre este revolucionario método… Como de antemano soy poco dado a los cambios, supongo que fracasaré, y siempre me cabe la posibilidad de follarme, después, al primer tío que se me ponga por delante, para volver a ser como era… No vaya a ser que con lo que le ha costado (y le cuesta, según temporadas) a mi madre hacerse a la idea de que tiene un hijo gay, ahora tenga que convencerla de lo contrario… Así que, allá vamos, deseadme suerte:
¡Pues buenos estamos! ¡Pero si esto ya me lo creía yo de antes! ¡Y que tiene que ver el tocino con la velocidad! Claro, es que he partido de una premisa falsa, gran error en todo científico que se precie: Que éste era un método eficaz, no el resultado de la paja mental, a falta de pajas de las otras, de una lesbiana arrepentida metida a predicadora… y es que yo, lo de mezclar a DIOS en estos asuntos siempre me ha parecido una gilipollez, lo siento, pero la moral en general, y la sexual en particular, me la traen floja… Os lo resumiré brevemente: La primera premisa de la moral cristiana es que DIOS respeta nuestra conciencia, todos tenemos nuestro PEPITO GRILLO interior que nos informa de lo bueno y de lo malo que hacemos, según nuestra propia conciencia y leal saber y entender, o sea, que en la conciencia no se puede meter ni DIOS, o no seríamos seres libres, dotados de libre albedrío, razón y libertad… O sea que, hagas lo que hagas, siempre estará bien o mal, según tu misma percepción de la realidad… claro que hecha la ley, hecha la trampa, porque si la primera premisa de la moral cristiana es que en tu conciencia no se puede meter ni DIOS mismo, luego viene el “montaje” de decir que la conciencia debe de estar “correctamente formada” (¡como si PEPITO GRILLO no nos viniera “instalado” de serie!) y ahí es donde hace falta estar atentos a la enseñanza de la Iglesia, ergo manipulación de las conciencias…
Esto me recuerda al póster que tenía el agente FOX MULDER en su despacho, bueno en el cuchitril que tenía en los sótanos del FBI, en el que se veía un platillo volante con la leyenda “THE TRUTH IS OUT THERE” (LA VERDAD ESTÁ AHÍ FUERA) porque yo la verdad, en la Biblia, la he buscado y la he encontrado… algunas de mis conclusiones las podéis consultar en mi sección de MARICAS INSÓLITOS de este mismo blog, como por ejemplo “El Centurión del Evangelio”, “David y Jonatán”, “El problema de Sodoma y Gomorra”, me quedan por desmontar (teológica, bíblica y exegéticamente) un par de citas más de la escritura referentes a la homosexualidad (una es de DEUTERONOMIO, creo, y otras son las condenas, aparentemente explícitas, de un par de pasajes en las CARTAS DE SAN PABLO)… pero todo se andará. Otra cosa es que luego vendrán los listos (los conservadores, ultra, evangélicos, opusinos, kikos y demás salvadores de mí mismo, cuando sólo me basta un salvador, que es JESUCRISTO) a decirme que “intepreto la Biblia a mi manera, para justificar lo que yo quiero” (por cierto, argumento que igualmente, de forma reversible, se podría usar contra ellos) como si yo no tuviera la capacidad de buscar la verdad por medio de herramientas tales como el contexto histórico de redacción de los libros bíblicos, las lenguas originales usadas, la evolución patrística, la exégesis, etc, etc… como si fuera tonto y no supiera usar los medios de los que el mismo DIOS me ha dotado (inteligencia y razón) para llegar a la verdad…
Este es otro paso que no entiendo, ni sé qué coño tiene que ver con dejar de ser gay, porque vamos, la llamada de DIOS en mi vida es algo a lo que no me puedo sustraer por dos motivos básicos: En primer lugar porque vine a la vida sin que nadie me consultara, o sea que un buen día nací, y aquí me quedé… y en segundo lugar porque, de la misma manera, como se suele decir, me moriré cuando DIOS quiera, una decisión, en nada superficial, en la que, nuevamente, no seré consultado, ni se pedirá mi opinión… ¡Joder tía…! ¿Quieres más sumisión a la voluntad de DIOS? ¡Si estoy pillado de los huevos desde el principio al fin! Yo no me resisto a nada, tengo fe, intentí discernir mi vocación, o dicho en otras palabras “mi ser y estar en el mundo”, tengo fe (la sobrellevo como puedo, no sólo ya en contra de la Iglesia, a la que le jode que haya maricones que crean, porque eso les echa al traste su tesis del movimiento gay, laico, anti-iglesia, con el que tanto se llenan la boca nuestros señores obispos, ¡cómo si ellos no fueran los primeros en espantar a la gente sencilla de la fe!, y además en contra de algunos de vosotros mismos, lo que me honra más si cabe, porque –nuevamente- estoy pillado por delante y por detrás) O sea, que queda demostrado, yo no me resisto a DIOS, lo tengo perfectamente integrado en mi vida…
¡Chúpate esa, TERESA! ¡Pues claro, hija mía, claro que lo sé, y no sólo lo sé, intelectualmente, sino que además me lo creo, con la ayuda de la fe! Vayamos por partes, hay un texto del profeta ISAÍAS (49, 15-16) que me encanta, sobre todo me encanta echárselo en cara a todos los que pretenden ofenderme (en plan eclesial o creyente por ser gay) que dice: “¿Puede una madre olvidarse de su criatura, dejar de querer al hijo de sus entrañas? Pues, aunque ella se olvide, yo no te olvidaré. Mira, en las palmas de la mano te llevo tatuado tu nombre” … y esto lo pone el profeta en boca de DIOS, o sea, que a partir de este texto lo que me digáis a continuación me la suda mucho, como podréis comprender… Además, como bautizado, sé que las palabras dichas por DIOS sobre JESUCRISTO en el momento de su bautizo, también han sido dichas, por su corazón de Padre, sobre mí: “Este es mi hijo, mi amado, mi predilecto” (Mateo 17, 5) O sea, que si todo esto me lo creo, yo solito, sin ayuda de nadie ¡A buenas horas mangas verdes! No sé que coño pretende la lesbiana arrepentida ésta que descubra, a estas alturas de mis 37 años, sobre el amor de DIOS en mi vida…
Este paso me encanta, por su simplicidad, que no aclara a qué es a lo que tengo que decir que “sí” con tanta solemnidad, que me va a cambiar la vida de la noche a la mañana, y me va a sacar de la mariconería (no olvidéis que esa es la finalidad de este método)… me recuerda a una cancioncilla que aprendí en el grupo de oración, en mis tiempos de universitario, es un poco ñoña, pero la letra decía, más o menos así: “Quiero decir que sí, como tú, María, como tú, un día, quiero decir que sí”… ¡Vamos a ver, alma de cántaro (me refiero a la subnormal de la lesbiana arrepentida predicadora, no os lo toméis como algo personal)! que yo digo que “sí” a todos los anteriores pasos, también digo “sí”, en este caso digo “sí, bwana” cuando me llega la factura de la luz, del agua y del teléfono, digo que “sí” cuando no hay más remedio que tragar carros y carretas en el trabajo, digo que “sí” si me invitas a macarrones con tomate y carne picada, digo que “sí” a una buena mamada, a que me folles, a que te folle (bueno, si dijera “sí” siempre no sería “como tú María”, más bien sería como la otra María, la Magdalena, la puta, vamos, igual de facilona…) y bueno, y ya para rematar, sí se me aparece el arcangel GABRIEL, a decirme que voy a ser padre “por obra y gracia de DIOS”, pues supongo que –superado el susto y el ataque al corazón previo- también diría que “sí”, que me hace ilusión ser padre, pero descarto adoptar porque mis ingresos no me lo permiten, ya estoy mayor para esos procedimientos, los gays estamos mal vistos, y encima no creo que ninguna asistenta social me diera el visto bueno de estabilidad emocional… o sea, que si me lo dan todo hecho… ¡Claro que digo que “sí”, no te jode!
Siempre he pensado que si alguien diera la vida por mí (por ejemplo, un coche está a punto de atropellarme, lo que no es mucho suponer, dado mi despiste innato, y alguien que se da cuenta, me empuja –en plan peliculero- y el coche le atropella a él, falleciendo) para empezar no podría vivir con semejante cargo de conciencia sobre mis espaldas, luego, asumido el cargo de conciencia, supongo que haría todo lo posible por no olvidar a esa persona en mi vida: visitaría su tumba, le pondría flores, estaría siempre hablando de él a todo el mundo, presionaría al ayuntamiento para que le pusiesen su nombre a una calle… en fin, ese tipo de cosas… Luego, en mi viaje a TIERRA SANTA, en el lugar del GÓLGOTA, donde estuvo realmente clavada la cruz, y donde JESUCRISTO murió por mí… me di cuenta de cuán hipócrita soy… ciertamente CRISTO murió por mí y yo no hago nada por él… ¡Mira gilipollas de bollera metida a monja reconvertida! ¿Cómo no voy a ser consciente de mi propia salvación si he visto con mis propios ojos la roca manchada de sangre? Otra cosa es que yo colabore más o menos, desde mi debilidad humana, con todos los buenos propósitos, virtudes y proyectos que me hago para corresponder a amor tan grande…
¡No te jode, la petarda ésta, qué graciosa es! El único mandato que tiene el hombre, de parte de DIOS, en lo que se refiere a disfrutar de este paraíso (hasta que la NASA demuestre lo contrario) que es esta cánica azul en la inmensidad del universo, llamada TIERRA, fue el siguiente: “Creced y dominad la tierra”… bueno, en la primera parte no colaboro, cierto es, de lo contrario que el SEÑOR me hubiese hecho hétero (así que las quejas a él mismo), y en lo que se refiere a lo segundo el hombre colabora, haciéndose co-creador, avanzando en la ciencia, en la investigación, en el trabajo diario, en el desarrollo, en la paz, en suma, en todo aquello que hace que ser humano crezca, mejore y progrese…. Además, cierto es que (mientras nos vayamos al otro mundo, y teniendo en cuenta que nadie ha regresado para contárnoslo) ¿Dónde voy a disfrutar del olor de los nardos, sino aquí? ¿Dónde voy a ver la belleza de una puesta de sol, sino aquí? ¿Dónde voy a disfrutar del abrazo de mi novio, en la cama, dormiditos y calentitos, sino aquí? ¿Dónde me voy a comer una langosta cocida, sino aquí? ¿Dónde voy a bloguear, sino aquí?... Y puedo seguir hasta el infinito, o sea que este paraíso en la tierra lo disfruto, en lo que puedo y quiero, a mí me da que la que no disfruta mucho eres tú -la lesbiana arrepentida-… ¡GILIPOLLAS!
Yo entiendo que hay que “caminar cuidadosamente” para mantenerse limpio cuando llueve, para no meterte en los charcos, no hundirte en un barrizal o no pisar una “baldosa sorpresa” (esas tan graciosas que pisas y que te salpican todo pernera arriba, porque están sueltas)… pero ¡para mantener el espíritu limpio! Y es que volvemos a la pescadilla que se muerde la cola de siempre: ¿Qué se entiende por espíritu limpio? ¿Qué se entiende por limpieza? y ya la hemos liado, porque mis criterios no coincidirán con los tuyos, ni los tuyos con los míos, y para más “inri” una religión organizada, ya que no nos ponemos de acuerdo ni tú ni yo, intentará ponernos de acuerdo a ambos con sus propios criterios, a la sazón, los únicos verdaderos… O sea, que nada más que comentar, yo me quedo con mi propio PEPITO GRILLO particular (llamar a la conciencia PEPITO GRILLO es un tópico, pero me da pereza buscarle un nombre mejor… ¡hombre, podría llamarla MANUELA, LA MOSCA COJONERA, por lo insistente que es cuando se trata de recordarme las cosas que, en conciencia, sé que he hecho mal, sin ayuda de nadie!)
¡Ojú, qué pereza! Todo sea porque me he comprometido con vosotros a seguir el método… A ver… repasemos la agenda: Mis padres eran creyentes, menos que mis abuelos, que fueron mis auténticos transmisores de la fe… mi novio es creyente, he pertenecido toda mi vida a grupos de oración (normales, sin afiliación a ningún “movimiento” eclesial)… pertenezco a una cofradía de Semana Santa, casi todos mis amigos son creyentes… y en plan bloguero, me he carteado –en estos términos- por e-mail con otros creyentes como ANGEL COLLIGE ROSAS, MERLIN PÚRPURA, ya me he enterado que PIMPF es creyente, que GARY anda intentando recuperar la fe, la verdadera, no la de la Iglesia, lo mismo que KOTEI… O sea que, este punto, paso, creo que lo cumplo con creces…
Dada la impresición de estos pasos, ahora me queda la duda de con quién me tengo que mantener en contacto, y a qué tipo de contacto se refiere… Por el contexto, puedo suponer que se refiere a que me mantenga en contacto con los creyentes del capítulo anterior, pues ¡vaya novedad!, he hecho muy buenas amistades en esto del blog como para desaparecer del mapa así por las buenas, y lo mismo digo para los no creyentes, como THIAGO, CHRISTIAN INGEBRETHSEN, etc, etc… o sea que encontacto seguiremos, con todos y cada uno de vosotros… y si lo pienso en “plan OGG” pues seguiré teniendo “contactos sexuales” con mi novio, para empezar, y con quien se tercie (recordar tercie viene de tres, de tres, trío, y mi novio y yo no nos ponemos los cuernos nunca jamás, porque la norma es “ponme los cuernos, pero que yo participe”), además ¡no tenía que disfrutar del paráiso, que ese era el paso siete!
CONCLUSIÓN:
Yo no sé vosotros, suponiendo que hayáis tenido la paciencia de leerme hasta el final, lo que sería una falta de respeto por vuestra parte (el no haberme leído entero) ¡encima que me sacrifico por vosotros en aras a la ciencia! pero a mí me da (corregidme si me equivoco) que éste método para dejar de ser gay en diez pasos es una chufa, porque ¡yo lo he hecho y sigo igual de mariconazo que antes! Claro, que a lo mejor es que yo no he seguido los pasos convenientemente (¡ahora entiendo por qué las recetas de cocina se me dan tan mal… ¡si no sigo bien los pasos!) o he de ratificarme en lo primero que dije, antes de seguir los pasos de los cojones: ¡Esta tía es subnormal, gilipollas y encima pretende que lo seamos los demás, como yo, eso me pasa por meterme a hacer experimentos!