A Víctor


Ya no volví a saber de ti, de ti tampoco,
un fantasma soy, como alma en pena,
un moribundo hambriento sin una cena.
Sin tu amistad también, me muero un poco.

Ya no volví a saber de ti, de ti tampoco.
No me volviste a mandar ninguna seña,
me moriré llorando junto a una peña.
Cuando de mi te acuerdes estaré en un pozo.

De la amistad ausente, ¿se muere un poco?
Ya no volví a saber de ti, de ti Vitoco...