Seguiremos a continuación este repaso bloguero que ando haciendo y en este caso mi víctima va a ser TNf25, del que en esta ocasión no tengo ni idea de cómo llegué a su blog, aunque sí sé cómo me quedé en él, y es que, él y yo, tenemos una cosa en común, y es que tenemos que recordarnos una y otra vez por qué odiamos a los niños... ¡Bueno, no exageremos! En el caso de TNf25 sus celebérrimos posts de “por qué odio a lo niños” no son más que excusas para demostrarnos como esos pequeños diablillos pueden sacar lo mejor de nosotros mismos, enternecernos, comprendernos y consolarnos mejor que algunos adultos, como su mundo, pese a que nosotros lo consideramos de fantasía es más cierto y real que el nuestro, como nada escapa al ojo pequeño y escrutador de sus miradas... toda una delicia esos post homenaje que hace a los niños “esos locos bajitos” en palabras de nuestro cantautor JOAN MANUEL SERRAT...
¡Ojo al dato, he dicho que no exageremos en el caso de TNf25, no en el mío propio! ¡Que yo a los niños los odio y de verdad! Es decir, cualquiera de vosotros, bueno, todos no, los casados, como MIGUEL ÁNGEL DE MÓSTOLES o DOC MANUEL, o IRENE COMENDADOR, llegado el caso pueden decirme. “Oye... me apetece irme tranquilo de fin de semana, sin estorbos, ANDRÉS... ¿Te puedes quedar con el niño?” y tened por cierto que yo, que ante todo soy servicial, jamás os diré que no, y acogeré a vuestros niños en mi casa con la mejor de las sonrisas, con un montón de actividades preparadas, dispuesto a darle todos los caprichos en ese fin de semana que sus padres le niegan semanalmente, y dispuesto a ponerme a su altura si hace falta... ahora, eso sí, o aparecéis exactamente el día D, Domingo, a la hora H, las 15.00 horas (uso una terminología militar porque la gravedad del caso lo requiere) puntualmente a recogerlos, u os juro que a las 15’01 horas o vuestro niño, o yo mismo, hemos salido disparados por la ventana, porque esa es toda la paciencia que me vais a arrancar.... que conste que esto no sirve para las personas ancianas, que aunque son más cascarrabias, caprichosas y coñazos que cualquier niño que se precie, sin embargo con ella el Señor me ha concedido el don de la infinita paciencia, o sea, que en el fondo, si os queréis ir de fin de semana y pensáis en mi de canguro, la regla es ésta: “¡Suegras, sí, niños, no!”
Siempre digo que la humanidad de todos vosotros me enternece, es verdad, y que es una pena no poderos conocer en persona, esta pena se me acrecienta en el caso de TNf25, es verdad, por aquello de cruzar el charco, vamos, el Atlántico, que nos separa y todas esas cosas... porque intuyo que el destino me evita conocer a una excelente persona, cargada de sentimiento, de bondad y de ternura... lo que no consta que tenga sus ratos de genio, o que en el trabajo se enfade como nadie, que cuando nos hubo contando el casting del trabajo para sustituirse a sí mismo en el trabajo, a veces pensé, y sé que no se va a ofender, porque él mismo lo decía de sí mismo, resultaba ser un poco cabroncete, pero si no fuera por eso... ¡yo no me habría reído tanto con lo de la selección de personal! Pero hubo un par de entrevistas que resultaron desternillantes de la risa, o como cuando nos narra a ese otro, no sé si becario, en prácticas, o simplemente “pelota” que anda detrás de él, diciéndole que sí a todo, tanto que le hace perder la paciencia... ¡y mira que a todos nos gusta que nos halaguen!
Últimamente anda un poco tristón, es verdad, y es que si a mí me apena la distancia, de no poderlo conocer, más triste ha de ser cuándo la puta distancia, y este no es uno de mis clichés, que es la puta realidad, se encarga de echar al traste una relación, y de paso romperle el corazón, ya no digo más porque no quiero hurgar en la herida, ahora que anda sanando las heridas, y es que, aunque tengamos los gays esa fama de promiscuos, de irnos a la cama con cualquiera, y de ser hiper activos sexualmente... lo cierto es que todos aspiramos a encontrar el amor, o si no, esa persona con la que compartir la vida, los buenos y los malos momentos, que nos coja la mano cuando estamos enfermos, que sintamos su respiración en nuestro oído durmiendo en la cama, esos pequeños detalles que nos ayudan a sobrellevar el día a día... pero mi TNF25 no se derrumba, que él sigue buscando, y en esa búsqueda nos muestra su lado más humano y más tierno, y cuando ya cree que no puede más, y se desespera y llora (sí, porque mi amigo llora... ¿pasa algo?) quizás tentado de tirar la toalla y rendirse, lo que le aconseja su ángel malo, el de la retaguardia, entonces se le aparece su ángel bueno, el de la guardia, en forma de angelical niño, nieto de su portera, montado en triciclo y con dos palabras, y la candidez de un niño, lo consuela mejor que todos nosotros...
¡Ah, SE ME OLVIDABA LO MÁS IMPORTANTE! Que no sé si sabéis que TNf25 es el único que concede los famosos BLOGGERS TNf25 AWARDS, escribo de memoria, o sea que perdonad mi inglés si lo he escrito mal, algo así como una especie de OSARS de los BLOGS, y al contrario que yo sus premios no los concede él, de forma unipersonal y arbitraria, que un jurado internacional hace la selección de candidatos y delibera antes de conceder los premios, que este año me llevé yo, bueno, no sin hacerles un poco la pelota a los miembros del jurado, todo sea dicho de paso, las nominaciones a MEJOR BLOG NUEVO, MEJOR BLOG GAY, MEJOR BLOG DE AUTOR ÚNICO y al MÁXIMA AWARD, o sea el no va más, y finalmente me llevé el premio al MEJOR BLOG GAY, y es que, pese a las anteriores nominaciones, si hay algo que se me da bien es ser maricón perdido, como dirían los homófobos... ¡Y lo bien que me sienta...!
TNF25, de verdad, desde aquí te lo digo... ¡No cambies nunca, sé felíz, haz felices! y sobretodo... ¡Sigue odiando a los niños de parte de los dos!