Mi Versión de Juan Sin Miedo


Este era un muchacho que descubrió que era gay...

Y tenía mucho miedo; miedo de que le dijeran cosas, miedo de que le hicieran burla, miedo de el qué dirán en la casa, de el qué dirán en el trabajo, en la escuela, qué dirán aquí, qué dirán allá... Tenía miedo.

El muchacho se llamaba Juan... Se veía en el espejo y sabía que era Juan miedoso.

Por su puesto, el miedo era terrible; pues el muchacho vivía en un país sin alma, sin madres y sin comprensión a las abuelas. Juan sabía que su peor enemigo era ese miedo. Ese miedo que sentía y creía que nadie, ni en su casa lo querían; y sentía que este miedo, poco a poco, a pedazos se lo comía, se lo comía vivo y a mordidas, y en una pesadilla como a un lobo, al miedo lo veía; y éste se lo comía... Y se lo comía vivo y a mordidas, y de ese terrible sueño el muchacho se despierta ¡y grita! y se da cuenta que era él solo; solo él mismo, quien se estaba mordiendo sus manos y sus brazos.

Esa noche de ese día Juan se dio cuenta de una cosa. Que él era su mismo miedo... y que él solito se mordía con el miedo.

Pero no fue en vano el grito y el susto de esa horrible pesadilla, que tuvo Juan esa noche de ese día; porque comprendió finalmente, la verdad de las verdades, que no se puede complacer a todos, sino a uno solo:

A uno mismo.

Y Juan venció su miedo, y ahora vive feliz como nunca en su vida. Ya no le importa lo que de él se piense, o lo que de él se diga; ahora lo que le importa es lo que él piensa y lo que él dice. Ahora para todos, Juan Sin Miedo.

"Good for you Zachary"

Zachary Quinto, Libre Como el Viento