Como ya sabéis, ando de aniversario, que llegará el 19 de este mes, o sea dentro de nada, y en esas os invité a que me mandaráis vuestras aportaciones acerca del tema “¿Qué haría yo si tuviera a OGG delante de mí?” con lo que redactaría un macrorrelato erótico gay… pues bien, entre esas aportaciones he recibido la de ZETA (no adelantaré nada pues ya veréis el resultado), el caso es que su correo, tan ocurrente como siempre, me ha hecho rememorar, que para eso hace casi un año más… cómo conocí a ZETA… por eso el motivo de mi enfado y título de este post, porque le digo a SAN GOOGLE BENDITO que me busque imágenes de “Zeta nude” (para la foto introductoria) y sólo me salen fotos de la petarda de CATHERINE ZETA-JONES (¡ZETA, hijo, a ver si empiezas a subir más material tuyo desnudo a la red, que la zeta, en lo que a SAN GOOGLE BENDITO se refiere, está demasiado feminizada! Digo, para compensar…)
Yo no sé si ZETA llevará cuenta de cuándo entré en su casa por vez primera (me refiero a su blog)… yo quiero recordar que tuvo que ser más o menos por Navidad, ya que –aunque no os lo creáis- yo soy mucho de investigar en imágenes de SAN GOOGLE BENDITO para ilustrar mis posts, y a casi todos os he conocido por algún resultado, que me ha llamado la atención, y al ir a picar, entre en vuestros blogs y me quedé… Eso me pasó con ZETA concretamente con su foto de Navidad… me hizo gracia porque según él decía, escribo todo de memoria, así que no me hagáis mucho caso, a la gente que le había enseñado la foto –de entre sus amistades- no les había gustado, porque parecía “un poco ordinaria”, cosa que yo le dije que no, que cada cual en su blog pone lo que le da la real de la gana… y que en lo que se refería a mí, la foto era buena… aunque no la mejor… ¡le sobraba el cartelito de felicitación! Aunque, como podréis comprobar, en las fotos de ZETA siempre sobra algo y falta lo más importante…
El caso es que, con este episodio de la foto, ZETA me dio pinta de ser un chicarrón del norte (le he robado el piropo a PIPMF que se lo dijeron a él), un poco tímido (¡sí, partiros de risa, pero es la impresión que me dio al principio!) y del que no comprendía su asexualidad, que él cacareaba tanto por aquella época (ahora se ve que ya no tanto, que sexualiza como todo el mundo, lo que pasa es que no nos lo cuenta, o nos suelta pinceladas breves…) ¡Cómo se puede ser asexual con ese cuerpazo! Cuerpazo que luego descubrí, otra vez, aunque en esta ocasión un poco más despendolado para Carnaval… y sobretodo la pose imposible en que está hecha esa foto… a fuerza de leerle entendí el misterio: Es que el chico es de gimnasio y de mucho, o poco, surf… y claro, luego llegan los listos como yo que pretenden tener ese cuerpo practicando silloning todo el día, si es que la gimnasia y el surf están para algo, aunque yo no lo vea del todo claro… Por cierto, además de buen cuerpo se ve que el chaval es flexible, porque esa misma posición la adopto yo y me quedo en esa posición de cuatro para toda la vida en urgencias…
Pero se ve que mi ZETA le fue perdiendo el miedo a esto de mostrarse, poco a poco, un poquito más ante nosotros, que luego vino la foto de la cabecera del sombrero y la corbata… que ya es mala suerte que la corbata terminara donde empieza la parte donde la espalda pierde su casto nombre… ¿Veís cómo a sus fotos siempre le sobra algo –en este caso la corbata- y les falta algo –en este caso su buen culazo? Y yo, que quéreis que os diga, el don de la asexualidad no lo tengo, y encima soy de carne, y sucesiva cabecera tras sucesiva cabecera el ZETA se acabó convirtiendo en -¿Cómo dice la canción?- “¡No, no es amor, lo que tú tienes, se llama una obsesión!” Que cada uno fantasea con lo que le parece, y ZETA le ha dado el suficiente morbo como para conseguirlo… no hablaremos de otros, que sin fotos, consiguen en mi el mismo efecto… Con todo una cosa es segura, a la vista de esta foto, que el ZETA y yo coincidimos en algo: ¡Buenas espaldas y salpicadas de lunares y pecas! Aunque, asexualidades aparte, ya sabéis lo que dice el refranero, tan malicioso a veces: “Ancho de espaldas, estrecho de culo, maricón seguro”
Pero toda obsesión, todo amor platónico, todo imposible… lo mismo que los melodramas de peliculones de ANTENA 3, tarde o temprano estalla en mil pedazos al chocar con la triste realidad… ¡ZETA no me quiere, que sus fotos son para otro! (Y no, no seré tan bajo para aprovechar este momento y recordarle esa foto que me tiene prometida enfundado –en mi caso sería embutido- en su traje de neopreno… ¡Ah, que ya lo he hecho, Dios mío, qué bajo y rastrero soy!)… y es que descubrí, entre lágrimas, que apenas me dejaban ver la foto en todo su esplendor… ¡que no eran las lágrimas, que era una regadera, vaya chasco!... que la famosa foto de la regadera (otra vez algo que sobra porque me tapa lo que le falta…) estaba dedicada a STULTIFER, por aquello de la escalera… y yo, llorando por los rincones, con el alma transida de dolor (siempre me ha gustado esta expresión de “transida de dolor” pero nunca he sabido donde colarla, mira tú por dónde…) El caso es que desde entonces, y gracias a esta foto, cual despechada, mi relación con él se ha enfriado un poco… (bueno, la he enfriado yo, que no veáis lo útil que es una regadera de agua con cubitos, para regarte la polla cuando ya no puedes más, es que yo, además de despechada puedo ser muy erectada con mis amores platónicos, no te jode… que hay que explicarlo todo…)
Y encima él, altivo y orgulloso, seguro de su victoria sobre mis sentimientos, y mis fantasías rotas en mil pedazos, se permite el lujo de mostrárseme ataviado cual púgil que se prepara los guantes de boxeo (a la antigua, con las manos vendadas) para darme el golpe final… que en este caso a la foto no le sobra ni le falta nada, está en su justa medida, o al menos eso debió pensar ZETA cuando la recortó (justo por arriba y por abajo) ¡Cómo si no! Lo de arriba se comprende, por aquello de la intimidad (aunque poca intimidad le debe de quedar que estoy al tanto ¡chiquillo no ves que te leo, y lo que no leo otros me lo cuentan! de sus contactos –aunque sean en el buen sentido, a un celoso obsesivo despechado erecto, como yo, eso le da igual- con otros blogueros) pero cortar por abajo la foto…. ¡Eso no tiene nombre! ¡Si por la polla no se pierde la intimidad! (A no ser que tengas un lunar muy definitorio… ¿No le pasó eso a CLINTON con la becaria?)… en fin, una vez más mi gozo en un pozo…
Y así es como conocí a ZETA y así es como sigo intentando comprenderlo y conocerlo un poco más… a ver qué cabecera me pone esta vez para seguir jugando conmigo al ratón y al gato… y que conste, que si me he atrevido a escribir este post, y volvemos al comienzo de este post, es que me ha dicho, en el correo en el que me manda su aportación para el macrorrelato lo siguiente: “No sé si lo que te mando te servirá, en todo caso, más que tener fantasías contifo, sigue fantaseando conmigo, que eso sube mucho el ánimo… ¡Aunque sea mentira!” Y yo, otra cosa no, pero sabéis que soy la cosa más bien mandada y agradecida que hay en este mundo, así que dicho y hecho, todas mis fantasías zetianas a la vista de todos, para que fantaseeis vosotros también sobre este ardua tema, me acuerdo de una canción de PERALES –en este caso dicho sobre ZETA- “¿Y cómo es él? ¿En qué lugar se enamoró de ti? ¿De dónde es? ¿Y a qué dedica el tiempo libre?” Y aunque no tengamos todas las respuestas sobre ZETA, EL MISTERIOSO, al menos me he entretenido recreándole la imagen (Aclaración: ZETA, salvando la parte de tu cuerpo que es correcta, lo de abajo me lo he sacado por ahí, como dicen los TELEDIARIOS, de imágenes de archivo, porque aunque seas asexual eres hombre, y lo de arriba no obedece nada más a que es el único modelo “orejón” que tengo, y que conste que lo has dicho tú, precisamente, en tu post de hoy, que orejas, precisamente no te faltan…)
Y ahora, inmediatamente después de las disculpas (perdóname si te he ofendido en algo, ZETA mío, aunque no creo, porque creo que tienes buen sentido del humor, en todo caso esto es un homenaje… ¿Por qué se entiende que es un homenaje, no?), los comentarios, que versarán sobre el siguiente tema: ¿Hay algún bloguero que os suscite un morbillo especial?