Os traigo, hoy, por ser Domingo, un tema curioso, por el que yo ya me pregunté alguna vez, aunque se ve que aún en la enseñanza pública, yo estudié en un instituto público, la asignatura de HISTORIA DEL ARTE en COU, debe de seguir siendo un tema tabú, y me refiero al de la desnudez de CRISTO, pues nada nos explicaron al respecto.
Ante todo hay que señalar que la prohibición judía de hacerse representaciones de Dios pesó bastante sobre el arte cristiano, hasta que en el tiempo de las catacumbas, durante la persecución romana, el arte cristiano empieza a emerger como algo completamente nuevo y diferente. De esta forma se fue evolucionando de los motivos simbólicos (el pez cristiano, la barca de la Iglesia, el crismón o signo pascual, el pan y las uvas), o puramente ornamentales (animales y motivos vegetales), hacia una representación plenamente cristiana.
De hecho, una de las primeras imágenes de CRISTO, en la historia del arte, lo encontramos en las catacumbas, representado como BUEN PASTOR (concretamente en las catacumbas de PRISCILA) y otra de las prepresentaciones mas antiguas de CRISTO es el milagro de la curación de la hemorroísa, también en las mismas catacumbas.
Poco a poco, al mismo tiempo que iba madurando la idea de la muerte de CRISTO en la Cruz como motivo de orgullo para los cristianos (pues la cruz era considerada ignominiosa), se generalizó la representación de CRISTO crucificado, momento en el que los autores y los artistas podían jugar un poco más con la idea de la desnudez de CRISTO, o al menos con los cánones de belleza masculinos, las proporciones del cuerpo y el desnudo, aunque siempre representado con el habitualmente llamado “paño de pureza” que cubría la desnudez de CRISTO, inútil creer que los romanos ejecutando a un reo se preocupasen de temas tan nimios como la vergüenza o el pudor del ajusticiado, además la desnudez incrementaba la humillación. En contra de lo que se suele creer, cubrir la desnudez de CRISTO no era una cuestión de pudor o respeto, sino una cuestión profundamente teológica: Dado que se discutía, por aquel entonces, si CRISTO era o no verdadero hombre, además de verdadero DIOS, y teniendo en cuenta que DIOS en sí mismo, no tiene género, los teólogos recomendaron a los artistas a que no enconasen aún más el tema de las polémicas cristológicas haciendo especial hincapié en su ser varón (ser hombre) para no interferir en la idea de ser DIOS al mismo tiempo (que se supone es asexual).
Antes de tener la tentación de representar la desnudez de CRISTO en el arte ayudándose del momento de la crucifixión, algunos artistas, especialmente en el cristianismo oriental, ya se habían atrevido a insinuar la desnudez de CRISTO en otros temas iconográficos, en los que la desnudez se daba, de la misma manera, por supuesta, como era el Bautismo de Cristo en el río JORDÁN, aunque la desnudez de CRISTO queda “velada” por las ondas de agua del río, que la disimulaban… o recurriendo, en otros casos, al socorrido “paño de pureza”… con todo, a excepción de la escena bautismal la desnudez de CRISTO seguía estando muy mal vista en el arte cristiano, sin contar, dada la inocencia y candor de este tipo de iconografías, todo lo referente a la infancia del Niño JESÚS y escenas familiares, casi todas las Vírgenes con Niño.
En pleno apogeo del “paño de pureza” nos encontramos alguna que otra transgresión esporádica, sobretodo entre los autores flamencos, quizás por la influencia de la reforma luterana en estos países europeos, suprimir o hacer el “paño de pureza” cada vez más transparente era una forma más de protesta contra el poder y la hegemonización de la Iglesia romana. Destaca de este periodo, por ejemplo, la CRUCIFIXIÓN del año 1.430, del autor JAN VAN EYCK, en el que se observa perfectamente lo que acabamos de señalar, y en el que, frente al hieratismo de representaciones anteriores, pareciera que los personajes también desnudan sus sentimientos, como las lágrimas recogidas de la madre y el llanto compungido del discípulo.
Aunque hubo otro autor que desafió claramente la moralina de los censores eclesiásticos en lo que se refiere a la desnudez de CRISTO, nos referimos a MIGUEL ANGEL BUONARROTI, lo que ya le supuso gran cantidad de problemas, al hacer pública su obra de EL JUICIO UNIVERSAL para la CAPILLA SIXTINA, en la que CRISTO, como juez de vivos y muertos, se muestra desnudo en todo su esplendor.
Todos sabemos lo que pasó, que se encargó después a otro pintor que pintara paños de pureza a todos los personajes del juicio, motivo por el que DANIELLE DA VOLTERRA, pasó a la posteridad con el mote de IL BRAGHETTONE.
Todos sabemos lo que pasó, que se encargó después a otro pintor que pintara paños de pureza a todos los personajes del juicio, motivo por el que DANIELLE DA VOLTERRA, pasó a la posteridad con el mote de IL BRAGHETTONE.
Aunque de esta época destacan también un crucificado desnudo, atribuido a MIGUEL ÁNGEL, que actualmente se conserva en la Embajada de ITALIA ante la SANTA SEDE.
Y otro CRISTO resucitado, desnudo, sosteniendo triunfante la cruz, que se encuentra en la Iglesia de Santa María sopra Minerva, de ROMA, aunque esta imagen suele tener casi siempre un paño de pureza de bronce añadido a ella, curiosamente, sólo se muestra desnuda en el día de la resurrección, y que es atribuido también a MIGUEL ÁNGEL.
Y otro CRISTO resucitado, desnudo, sosteniendo triunfante la cruz, que se encuentra en la Iglesia de Santa María sopra Minerva, de ROMA, aunque esta imagen suele tener casi siempre un paño de pureza de bronce añadido a ella, curiosamente, sólo se muestra desnuda en el día de la resurrección, y que es atribuido también a MIGUEL ÁNGEL.
Habrá que esperar hasta el año 1.907 en el que el expresionismo alemán nos traiga otra imagen, en este caso desgarradora, de la desnudez de CRISTO en el momento de la crucifixión, obra de LOVIS CORINTH.
Mucho más que la desnudez de CRISTO, completamente anecdótica, pareciera que –como buen expresionista- lo importante no es el detalle o la factura del cuadro, sino lo que expresa, y es la desnudez absoluta de una persona sometida a semejante barbarie por manos de sus semejantes, sentimientos que, perfectamente, asaltan al espectador ante obra tan desgarradora y conmovedora por su crueldad.
Mucho más que la desnudez de CRISTO, completamente anecdótica, pareciera que –como buen expresionista- lo importante no es el detalle o la factura del cuadro, sino lo que expresa, y es la desnudez absoluta de una persona sometida a semejante barbarie por manos de sus semejantes, sentimientos que, perfectamente, asaltan al espectador ante obra tan desgarradora y conmovedora por su crueldad.
Desde la modernidad muchos autores han tratado el tema de la desnudez de CRISTO, en el que ya no se hace por motivos religiosos, o morales, sino simplemente por resultar transgresores y atacar uno de los iconos más representativos de la Iglesia Católica, entre estos autores, destacan por ejemplo el CRISTO crucificado desnudo ¡hecho de chocolate! del autor CÓSIMO CAVALLERO en el que, bajo el título de “MY SWEET LORD” (“Mi dulce Señor!”) denuncia lo que el llama la antropofagia de los católicos por aquello de la comunión del cuerpo de CRISTO…
Y así, la polémica sigue en la actualidad, como ha sucedido recientemente con la talla alegórica de CRISTO EN BRAZOS DE LA MUERTE, del escultor RICARDO FLECHA, por encargo de la hermandad de MEDINA DEL CAMPO, y que ha dividido a los vecinos y sembrado la polémica, aunque he de decir que a mí, personalmente, la imagen sí que me gusta, por lo alegórico del abrazo de la muerte, que a todos nos ha de llegar, por aquellas palabras de JOB en la Biblia, que dicen: “Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo he de volver al seno de la tierra”, y porque la muerte, así, en este abrazo parece disfrutar su victoria, sin saber que va a ser definitivamente vencida, tres días después, por la resurrección de CRISTO, aunque –evidentemente- en el momento de la procesión la cofradía echó mano del susodicho paño de pureza de marras para no herir la sensibilidad de los espectadores…