Vellohomo presenta








A veces la música puede motivarnos y ejercer esa conocida función de "disparadora" de emociones, aquellas que tenemos muy adentro, aquellas que evocamos de vez en cuando por encontrarse inmersas en nuestros compartimentos más profundos. Sí, esto me acaba de pasar. Y fue entonces que esta simple y por momentos desgarradora canción de Jacques Brel, matizada con pinceladas ravelianas (Brel siempre cantó su arte de la mano de excelentes arregladores), me llevó a hacer este clip. Así surgieron estos rostros, mirándonos desde épocas remotas y distantes, esas expresiones, esas almas desconocidas y tan familiares al mismo tiempo... que me sugieren deseos contenidos, amistades inquebrantables, eternas, también hábitos y afectos perdidos, que fueron cayendo en desuso, tal vez por quedar despiadamente en evidencia ante la incomprensión de la mayoría, tal vez porque era inútil seguir manifestándolos, o tal vez porque después de todo, convenía ocultar adrede algo que no valía la pena comunicar a pesar de las flagrantes señales puestas en juego.

Ellos siguen ahí. "Se toman de la mano y marchan en silencio... han quemado sus alas, han perdido sus ramas, marchan en silencio... Los Desesperados..."