ANTROPOMORFOS Y HOMOSCALIAS


Antes de seguir, aclararos el significado del título: “ANTROPOMORFOS y HOMOSCOLIAS”, quiero decir con ello “Las formas humanas y el comentario marica y es que, desde esta labor de servicio público que me caracteriza, y habida cuenta de cuánto daño ha hecho internet, y el fácil acceso a la pornografía en general, en nuestras impresionables y frágiles mentes (que todos nos creemos que nos vamos a encontrar un chulazo de esos en cualquier esquina), he decidido “bajaros un poco de la nube” y mostraros –gracias a una página que he encontrado de hombres normales en la playa- la triste realidad de nuestros cuerpos mortales (los “antropomorfos”), vamos, el común de los ciudadanos, para que así vuestra elección sea más real, y menos ideal, con mis correspondientes comentarios (es decir las “homoscolias”).

Porque, para empezar, en nuestra evolución antropomórfica siempre hay un material base con el que empezar, que todos fuimos jóvenes en algún momento, y nos encontramos así: En el preciso instante de cruzar la línea entre la adolescencia y la adultez. Aún no teníamos casi vello, ni la voz muy grave, ni músculos –aunque nos esforzáramos- (al parecer, por mucha gimnasia que hagas, no desarrollas músculo hasta que los testículos fabriquen testosterona), ni barriguita de treintañero sedentario, ni nos obsesionábamos con las dietas porque todo lo quemaba la misma juventud... Así que todos tuvimos, al principio, buen material, otra cosa es como hayamos evolucionado después, que hay quien lo hizo hacia el gimnasio, hacia el “silloning”, hacia la dieta sana, hacia las croquetas de la abuela... eso, en lo que a nuestra responsabilidad se refiere, otra cosa, luego es lo que la PUTA MADRE NATURALEZA nos haya dado, dotado, a cada uno de nosotros...

ANTROPOMORFO Nº 1.- Normalito, tirando a imberbe.

Este modelo es el que quizás más se parece a mí mismo, bueno habría que incrementarle un poco ¡sólo un poco, eh! la barriguilla, en plan treintañero sedentario cervecero... por lo demás esta forma antropomórfica es la propia de los normalitos... aunque tirando a imberbes, y es que, en lo que a distribución del vello corporal se refiere también me sigue muy de cerca... pues tengo cuatro pelos en guerrilla en el pecho, aunque –comparado con éste- sí que tengo más vello púbico, alrededor del ombligo, de los pezones y en las piernas... De lo más normalito, como podréis comprobar...

ANTROPOMORFO Nº 2.- Normalito, velludito.

Luego tenemos el modelo antropomórfico normalito, tirando quizás a más delgaducho, escuchimizadillo, pero mucho más velludo... que ahora mismo no me acuerdo si el refrán es el hombre y el oso, cuánto más feos, más hermosos” o “el hombre y el oso, cuánto más vello, más hermoso”... He de decir que se aproxima más, por no decir, mismamente es, el prototipo de hombre que más me pone, ya lo sabéis ¡si lo he dicho varias veces! el escuchimizadillo vellosete...  y es que, será por aquello de envidiar lo que no se tiene, si hay algo que me gusta (evidentemente, mi novio responde a este modelo antropomórfico al cien por cien) es quedarme dormido, apoyado en el pecho de mi novio, jugueteando con mis dedos entre el vello de su pecho... y es que por más que digan los metrosexuales, a mí me gustan los hombres de pelo en pecho...

ANTROPOMORFO Nº 3.- El pelirrojo.

Según las estadísticas, los pelirrojos representan un dos por ciento de la población mundial, y por la recombinación genética humana, es decir, la diversidad, tienden incluso a desaparecer... salvo en el REINO UNIDO, ESCOCIA y sobretodo IRLANDA, donde ser pelirrojo es casi una cuestión de identidad nacional... Aparte del color del pelo, rojo, también se caracterizan por los ojos claros, por ser excesivamente blanquecinos de piel, y ser excesivamente pecosos... (de hecho, deben tener mucho cuidado con el sol)... y ya sabéis lo que se dice de las rubias de tinte “rubia de bote, chocho morenote”, lo que no se puede aplicar a los pelirrojos, como podéis ver en la foto, que pese a ser bastante imberbes, en la zona correspondiente lucen un rojo ardiente...

ANTROPOMORFO Nº 4.- Las curvas.

Como dijimos, en la introducción, todos partimos en la juventud de un cuerpo más o menos estándar, que después debemos modelar con las opciones de nuestra vida, lo normal es que uno se cuide, lo normal... o que se descuide, también de forma normal... los extremos, de un lado, los directamente vigoréxicos, enfermos y carne de gimnasio, y los obesos, no por enfermedad, sino por comedores compulsivos de salchichas, por el otro lado son malos... En este caso nos encontramos con un descuidado por opción propia... ¡Hombre, encima con la cerveza en la mano, y luego te extrañas de los incipientes michelines....! Yo, reconozco que soy de los descuidados normales, que no me obsesiona mi físico, además tengo una referencia que hará que mi neurona de alerta se dispare.... ¡El momento en que la barriga no me deje verme la polla empezaré a preocuparme...!

ANTROPOM0RFO Nº 5.- El hombre de color.

Leyendas urbanas aparte sobre el tamaño del miembro viril de este modelo antropomórfico, que ciertamente, en ellos también habrá de todo, como en la viña del Señor, no menos cierto es que hay ciertos patrones que se reproducen en los hombres de color, o al menos, a mí me lo parece, corregidme si me equivoco: Son tendencialmente a mantenerse fibrados, como si su metabolismo lo absorbiera todo sin problemas, pocas veces habréis visto un negro obeso, y otra curiosidad, pocas veces habréis visto (no tiene nada que ver con el antropomorfismo, sería una cuestión más bien genética) un negro con Síndrome de Dawn, parece una tontería pero nunca lo he visto, ni en la vida real, ni en la tele, ni en los documentales... Sea como fuere, fibradetes y polladetes, suele ser el prototipo de este antropomorfo...

ANTROPOMORFO Nº 6.- El perro flauta.

Este modelo antropomórfico es otro que me sorprende notablemente, vale que son frikis, que llevan los pelos agrupados en rastas (algunos no se lo han lavado en meses, lo que le da un aspecto de campo de trigo recién cortado, con todos los tallos tiesos y resecos), vale que están llenos de tatuajes y de piercings, pero hay dos cosas que me llaman poderosamente la atención de este modelo antropomórfico: Que tampoco me he encontrado nunca con uno que exceda el estándar delgaducho muerto de hambre (aunque sean niños de papá, que son así por llevar la contra, y luego hagan las compras del frigorífico en El Corte Inglés), y tampoco jamás me he encontrado con ninguno feo... que siempre digo, a mi novio, cuando nos cruzamos con alguno (por cierto GRANADA es la MECA del perroflautismo, que tenemos la mayor densidad por baldosa, sobretodo en ciertos barrios como el ALBAICÍN o la Calle ELVIRA) ¡Pues a éste le das una ducha y está bueno el tío, y todo!

ANTROPOMORFO Nº 7.-¡No estoy gordo, es que estoy fuerte!

En ANDALUCÍA, cuando se encuentran dos madres, con niños pequeños, seis o siete años, y uno de ellos parece una albóndiga a punto de explotar, acaso la otra madre dice, como quién no quiere la cosa: “¡Cuchi, tu niño... qué gordito está!” a lo que la otra, contestará automáticamente: “¡No está gordo, es que está fuerte, como su padre...!”... Y es que, cada cual se consuela con lo que puede, pero la respuesta no está exenta de lógica, pensad por ejemplo en un buey, no diríais que su anatomía se debe a estar gordo, sino que los bueyes son fuertes, por eso “abultan” más, pero cuando escuchéis a alguien decir “¡No estoy gordo, es que estoy fuerte!” (con todo, y sobretodo en ANDALUCÍA) tened por cierto, que en lo más profundo de su ser, sabe que no se puede engañar más a sí mismo ¡Está como una vaca burra!

ANTROPOMORFO Nº 8.- ¡Mi metabolismo es así!

Este modelo antropomórfico es propio de la juventud, y luego lo perdemos, yo, al menos era así, y ya no conservo esta habilidad, y es que este modelo antropomórfico se caracteriza porque se pueden merendar, tan ricamente, un buey asado relleno de mermelada de fresa, y no engordar ni un ápice, porque como “¡su metabolismo es así!” parece que queman, eliminan y destruyen sin esfuerzo cualquier grasa, exceso calórico o azúcar que entra en su cuerpo... Y mira que los envidio, que para mí, comer es uno de los mejores placeres de la vida (lo advierto desde ya, es más barato, como se suele decir, comprarme un traje de Emidio Tucci, que invitarme a comer...) Y es que, yo antes, en el Instituto, para desayunar, me metía entre pecho y espalda, no menos de dos paquetes (de esos tubulares) de GALLETAS MARÍA, y sin embargo, ahora, me pondría como una foca mojando tan sólo dos o tres en el café de la mañana... pero qué le vamos a hacer ¡Hay gente que conserva este don toda su vida!

ANTROPOMORFO Nº 9.- Ya me voy haciendo mayor.

Y es que, por mucho que lo intentemos evitar, nos vamos haciendo mayores, con lo que el esfuerzo por mantenernos en un estado antropomórfico óptimo, cuales hombres de VITRUVIO, es cada vez mayor y más agotador, y salvo que pretendas acudir a tu cita semanal, o diaria, con el gimnasio, con ayuda del andador, o pretendas estar a dieta por los siglos de los siglos... llegará un día en que te abandonarás a la evidencia, y entonces tu cuerpo comenzará a dar síntomas de edad, y no me refiero sólo a las canas (además en todos lados, no sólo en la cabeza), sino a la curva de la felicidad barriguil, a que se te descuelgue el culo (¡y los huevos, os habéis fijado en lo que cuelgan los huevos de los abuelos!) y otra curiosidad, el único órgano que no crece, desde el nacimiento a la muerte, es la esfera del globo ocular, pero el que no para de crecer (mídetela recién nacido y luego en el féretro y verás que ritmo llevan...) ¡Son las orejas! Así que rindámonos a la evidencia... ¡nos hacemos mayores!

ANTROMORFO Nº 10.- La barriguilla sedentaria.

Y es que hay que llegar bien cuidados, antropomórficamente hablando, a la línea de los treinta años, que marca el punto de no retorno en lo que a la imagen física se refiere... ¡Cómo cruces esa línea maldita con la típica barriguita sedentaria, entonces ten por cierto que, como el CARNET DE IDENTIDAD, te acompañará allá donde vayas, porque esa ya no se quita! Que sí, que puedes matarte de dietas y de ejercicio, cuando a los treinta años te das cuenta de ese flotador y te saltan las alarmas, pero si no estabas habituado de antes al ejercicio, el sacrificio y la constancia, puede que te deshagas de ella, pero tarde o temprano, al menor desliz... ¡Aparecerá! Y por cierto, desterrad el mito de la barriga cervecera, que la cerveza, según todos los expertos, no engorda, lo que engorda es lo que picamos con ella...

ANTROPOMORFO Nº 11.- El vigoréxico.

Evidentemente, si he dicho antes que me ponen los escuchimizadillos, mi anti hombre son los culturistas y los vigoréxicos, que entiende que existe gente más sana que yo, que se cuida, hace deporte y va al gimnasio... pero de irse asombrando, día a día, con el propio progreso, viendo como coges masa muscular y se te marcan los músculos, especialmente los abdominales, y todo se pone terso y firme, debe ser muy alentador... pero si lo conviertes en una obsesión, y cruzas la línea de los medicamentos, las hormonas y todos esos rollos que consumen este tipo de personas ¡Habéis visto que sus pastillas las venden en botes que parecen toneles...! entonces estás enfermo, además todas esas sustancias, o al menos siempre se ha dicho así, te engordan los músculos y te encogen la pilila... Así que... ¡tened cuidado!