UN NUEVO DESPERTAR:
CAPÍTULO IV
Sentí un frío terrible en mis nalgas, lo que me hizo despertar, abrí los ojos poco a poco, aún aturdido por lo que recordaba fue una especie de calambrazo, y allí estaba yo, tendido en aquella camilla metálica, cuán largo era, completamente desnudo... lo que me recordaba aquella vez que, de niño, cuando me operaron de mi huevo ascensor, con nueve o diez años, y al despertar de la anestesia, estaba allí, en la cama, “con todo al aire”, rodeado de los abuelitos, mis padres y todos mis primos... ¡Seré gilipollas, ahora estaba todo claro! ¡Cómo no lo sospeché antes! ¡La respuesta estaba allí mismo, en mis huevos...! Alcé la cabeza con dificultad, pegando tanto la barbilla al pecho como me lo permitía el estar atado de pies y manos a aquel frío aluminio, y en efecto, allí estaba la respuesta... ¡No tenía las cicatrices de mi ingle que atestiguaban aquellas dos operaciones de niño....! Entonces comprendí... ¡Todo estaba tan confuso, tenía la sensación de mezclar recuerdos viejos con otros nuevos! aunque no me dio tiempo a pensar mucho... Sentí una presencia....
Giré la cabeza y allí estaba ella, la mujer misteriosa... tenía que tener siempre el cuello girado a derecha o izquierda, pues aquella luz blanca, tan fuerte, de quirófano, que se cernía sobre mí me impedía mirar hacia arriba... sentí cómo una silla se arrastraba y al fin, la tuve sentada a mi lado... se inclinó sobre mí, apoyándose en mi pecho, mirándome frente a frente... lo que era de agradecer pues se interponía entre aquella luz cegadora y yo...
- CHAD...– comenzó a hablar- Supongo que estás aturdido y que todo esto es muy duro para ti... no te avergüence tu desnudez... ¡Te he visto así muchas veces, tonto!... ¿Por dónde empiezo?.... Hace mucho tiempo nos casamos, éramos felices, la pareja del billón de euros, nos llamaba la prensa rosa... la mejor modelo del planeta, la más guapa, alta y esbelta, y uno de los mejores médicos del mundo, despreciado por sus colegas, por sus trabajos e investigaciones sobre la clonación humana... –Hizo una pausa, pues sus ojos se humedecieron- Luego vino tu enfermedad repentina, después aquél fallo multiorgánico... ¡y la muerte estaba tan cercana! ¿Lo entiendes? ¡Tú muerte...! Gasté toda nuestra fortuna en que tus discípulos siguieran tus trabajos y estudios y por fin, hicieran lo que tú nunca te atreviste, dar el paso definitivo, clonar a alguien... a ti... La idea era darte la vida para después, en un momento dado, asesinarte, y transplantar todos tus órganos a los del verdadero CHAD, como has podido comprobar... Sin embargo algo falló, algo no estaba claro en tu investigación... Ahora me dicen que el otro cuerpo, tu verdadero cuerpo, no es viable, la única solución que queda es transplantar –tus alumnos han seguido la investigación por otros derroteros- el cerebro de mi CHAD en tu cuerpo, en este repositorio perfecto que he creado... ¿Lo entiendes, verdad? ¿Serás capaz de perdonarme? ¡Lo he hecho todo por amor...!
Yo ya no me sorprendía de nada, desde que me desperté y vi que no tenía las cicatrices me percaté de algo así, con todo, pese a que aquella mujer era, ciertamente, muy atractiva, asomó en mi rostro un rictus de sonrisa picarona y le dije...
- ¡Cariño...! ¿Puedo llamarte así, verdad? – Ella asintió con la cabeza mientras mesaba mi cabello con sus manos temblorosas- He visto las fotos del expediente... mis fotos de la infancia, del instituto, mi graduación en la universidad, aunque tu nuevo CHAD ha estudiado Derecho, no Medicina... ¿Pillas, la diferencia? Creo que no, ricura, pero no importa, ya cuando me casé contigo debí suponer que eras tonta... ¡No tienes la culpa de ser rubia! Ese es el gran problema de la clonación... habrás podido recrear mi cuerpo, es verdad... ¡hasta creo que tengo la polla más bonita y proporcionada que antes! –Ella hizo un gesto de disgusto, seguramente su CHAD no era tan ordinario como el nuevo TOMÁS- ¡Pero no se puede clonar todo lo demás! Para empezar la primera desviación del experimento, CHAD era médico, yo soy abogado... y luego otra pequeña diferencia (bueno, si me refiero a la polla “no tan pequeña”).... En tu expediente no hay fotos de mi intimidad, cariño, no tienes fotos de mis pajas adolescentes pensando en los actores de la tele... lo que tú crees, en tu expediente, amigos míos, saliendo o entrando de mi piso de estudiantes, de joven, no son más que ligues de una noche de verano, con los que me harté de follar... no tienes fotos ¡qué controladores más malos tienes, o te han tenido engañada...! de mis idas y venidas a la sauna, donde me he tumbado, gustosamente, no como ahora, en otras camillas donde me han comido la polla como a nadie.... porque tu antiguo CHAD, querida, en este nuevo TOMÁS... ¡Es maricón perdido...!
Ella se levantó de la silla enfurecida, estaba fuera de sí, la silla salió volando de lo alterada que estaba, temí que usase violencia contra mí, que estaba allí, desnudo y atado, sin poderme defender.... Sólo escuchaba sus gritos y sus reproches, mientras yo la jaleaba, mosqueándola más, diciéndole que si en sus estudios tuvieron en cuenta que se puede clonar el cuerpo, más no la “vida” de una persona... De repente entró un médico en la habitación... ¡Dios mío, era guapísimo...! Sin duda habría venido alertado por el escándalo de la otra, intentó tranquilizarla, gritándome a mí de malas maneras que me callara y no la enfureciera más... cuando así logró calmarla, los dos se acercaron de nuevo, a asomarse a mi camilla, veía sus rostros sobre mí... uno a derecha y otro a la izquierda, desde aquella posición, aquel paquete sugerente que marcaba el doctor en esos pantalones de tela tan fina que usa el personal médico, parecía que se cernía sobre mí... empecé a sentir una sensación conocida y entonces, nuevamente, abrí mi bocaza, con la conciencia de que estaba indefenso, es verdad, pero si no, no sería yo mismo....
- Doctor, no tengo el gusto de conocerle... cariño... puedo demostrar que no miento, si se toman ustedes la molestia de mirar hacia abajo, verán mi polla, preciosa, turgente, sonrosada... más tiesa que el mástil de un velero... y no has sido tú cariño, la que lo ha provocado... que llevo ya un rato aguantándote ¡so, petarda!, sino la irrupción de este doctor tan guapo...
La pelota estaba en su tejado.... yo era un jugador atado de pies y manos...
NOTA DE LA REDACCIÓN.- Este experimento ha sido iniciado en el siguiente orden:
CAPÍTULO I.- FRANTASMA
CAPÍTULO II.- GARY RIVERA
CAPÍTULO III.- ZOWI
CAPÍTULO IV.- OBSERVATORIO GAY GRANATENSE
Pronto cambiaré la pestaña de "RELATO ENCADENADO" por esta nueva historia, para que quien quiera pueda leerla de un tirón... y nombro mi sucesora a alguien que sé que lo hará bien, me refiero a mi rubia, no tonta (a ella no le ofende, ya me conoce) IRENE COMENDADOR que haga el CAPÍTULO V.