Diario de mi Vida —españolito—


Querido Diario:

Hoy en el club Fantasía, de mi pareja actual, que se llama Carlos, me acerqué a una mesa para atenderla; me sorprendí mucho al ver aquel, que fue el amor de mi vida...

Todo empezó un día de verano, yo tenia 18 años y él 20. Estaba en la disco con mis amigos y él con los suyos.

Estábamos en la pista bailando, y yo sin darme cuenta le derrame la copa encima, y le dije, perdona. Yo me quede asombrado, con sus ojos verdes y su pelo sudoroso que le caía el sudor por su frente, y me dijo: —no te preocupes, yo soy Ángel. —Me quede muy cortado, me fui a la mesa con mis amigos. La noche siguió y nos volvimos a encontrar en la puerta de la disco para fumar un cigarro y se dirigió a mi.

Yo estaba super nervioso; e iniciamos la conversión cuando le pregunte: — ¿no eres de aquí? ¿de donde eres? y me respondió que de Madrid y me preguntó:

—Y ¿tú?

—Yo de aquí.

—No me has dicho como te llamas...

—Javier, pero me puedes decir Javi.

Seguimos hablando y hablando, intercambiamos nuestros teléfonos. Quería que le enseñara otros sitios de ambiente; pero yo dije que no. Volvimos a entrar y me invitó una copa, estuvimos bailando toda la noche; él y yo juntos.

Llegó la hora de despedirnos; y nos despedimos, y quedamos para ir los dos a la playa, quería que le enseñara Punta Umbría, y yo acepté.

Empezamos una relación muy bonita, hasta que llegó el día de nuestra ruptura —me quería morir— fue un día que yo me estaba dando un baño; y Ángel entró a la casa, preparó sus maletas, al salir de la ducha lo vi con las maletas preparadas, y le pregunté:

—A donde vas con esas maletas, Ángel? —Y él me dijo, con una voz de temor, que lo nuestro ya no podía ser. y yo le pregunté ¿por qué? Y el me dijo...

—Lo siento mucho pero lo nuestro ya no puede ser. —

—Por favor dime el motivo...

—Hay otra persona.

—No me hagas esto... Que yo lo dejé todo, diciendo a mi familia que era gay, y que había un hombre en mi vida, tú —Ángel— ellos me rechazaron y me vine contigo, sin importarme nada, dejándolo todo y me quieres abandonar... En una ciudad tan grande, solo y sin conocer a nadie, ¿dónde están tus promesas? —Tan solo me dijo:

—Javi, no seas ingenuo; solo son palabras.

—Ángel, ¿palabras? pero con mucho significado para mi; pues solo ha habido un hombre en mi vida; y ese hombre eres tú; y ahora me abandonas sin mas, quizás algún día te arrepentirás...

—Ya me voy Javi, no lo hagas más difícil —así es la vida— acéptalo.

Yo tan solo me quede asombrado, asomando por la puerta, y luego... Corriendo tras de él:

—Ángel, Ángel, ¡Ángel!

Yo me quedé muy mal —herido—y rompí todas nuestras fotos, y todas mis ilusiones, y llamé a un amigo llamado Anastacio, se lo conté todo y le pedí dinero; para irme a Barcelona. Necesitaba huir de los recuerdos.

Y me acompañó mi amigo al tren y le di las gracias, y le dije que ya lo llamaría, cuando estuviera estabilizado...Y bajándome del tren buscando un taxi le pedí al chofer que me llevara a un hotel barato; y me llevó a un hotel cerca del club Fantasía.

No había habitaciones, y cogiendo mis maletas salí para fuera de la calle, ya era de noche, y me encontré a «Carlos», a quien pregunte:

—¿Me puedes decir si hay otro hotel por aquí cerca? —Me contesto:

—A esta hora difícil, —Y yo me quede impresionado; por su aspecto hermoso, moreno, alto pelo liso, perilla y un corpazo de ensueño.

Me ofreció su casa; por lo menos hasta la mañana siguiente —yo acepté— y me llevó a su casa. Me enseñó la habitación y el baño y él se quedó en el salón, escuchando el barrio. Al día siguiente me levanté, mientras él se daba un baño, y le preparé el desayuno, y Carlos dijo:

—¿Porqué te has molestado? Si te iba a invitar a desayunar fuera. —Y yo le contesté, es lo menos que puedo hacer por ti. Pero yo me eche a reír al verlo con la toalla y los pelos mojados. Con sus grandes ojos oscuros y con una sonrisa enorme, me preguntó:

—¿Qué, de qué te ríes? —Yo ruborizado le dije: —Cosas mías—. Y empezamos a reír.

Desayunamos.

Carlos me pregunta sobre mi vida, a que me dedico, y que hago en Cataluña,

—Olvidarme de lo que quedó atrás. —Mirando a sus grandes ojos negros le contesté.

Insistiendo qué a qué me dedicaba, le dije:

—Soy dependiente en una floristería, guardó silencio un poco, y le dije: ¿Por queme preguntas tanto?


—Perdona si te he molestado, pero veo que necesitas trabajo, he pensado que yo te lo puedo dar; pero no se si te gustaría.

—¿En qué consiste?

—Yo llevó un club de ambiente, y como he visto en ti que eres hermoso; con un corpazo, me servirías de «stripper»,

—Ese no es lo mio. ¿No habrá otra oferta?

—Pues sí, me hace falta un joven que me sirva las mesas...

—Acepto. ¿Cuanto ganaría? ¿y cual sería mi horario?

—Viernes, sábado, y domingo. Desde las 10 de noche hasta la hora de cierre, y te pagaría 1000 euros mas propinas.

Salimos de casa, y nos dirigimos al club en su coche; para enseñarme el club, y conocer a los compañeros. Ya estando allí conocí a mi compañero de piso; que se llama Nico, el cual me orientó de como iba todo con relación al trabajo.

Pasado un año, ya habiéndome situado en la ciudad y en el trabajo, Nico me dijo:

—¿Sabes qué le gustas a Carlos? —A eso que me dijo Nico, pasé inadvertido... Pero una noche al cierre del local, Carlos se ofreció a acompañarnos a nuestra casa. Al llegar al portal, Nico se metió en casa y al querer yo bajar; Carlos me sujeto la mano, y me dijo:

—Quiero hablar contigo, —creyendo que era algo referente al trabajo— me dijo: Javi, creo que te has dado cuenta que me gustas.

—Carlos no sigas por favor, no rompamos la amistad que tenemos, ya que no estoy preparado para tener una nueva relación todavía. Por ahora, no quiero nada con nadie, no es por ti, ya que tú eres muy bello; y realmente vales mucho como persona; y como hombre. Yo a ti no te desprecio, te tengo mucho que agradecer; ya que tú, aun sin conocerme, me has tendido la mano; cuando más falta me ha hecho. Carlos, mañana hablamos, estoy muy cansado, —y él me dijo:

—Vale.

Una hoja del diario del españolito