LOS RABU HOTERU JAPONESES...


Ya sabéis que a frikis, a los japoneses no les gana nadie, piensa en cualquier cosa, por loca, friki, absurda o carente de sentido que se te pueda ocurrir, y seguro que varios miles de japoneses ya lo practican y lo hacen desde hace mucho tiempo, y antes que tú, por muy enfermo que estés... ¡No había nada más que ver HUMOR AMARILLO para darse cuenta de ello! Pero es que de lo que me acabo de enterar, de verdad de la buena, es que se lleva la palma... Al parecer, en JAPÓN, existen los llamados LOVE HOTELS, es decir, hoteles en los que las parejitas pueden dar rienda suelta a sus desenfrenos sexuales –por cierto, en japonés se dice, y no es coña, RABU HOTERU-, hasta aquí nada raro, la frikada viene en que estos hoteles las habitaciones se decoran según lo friki de cada cual, y aquí va el ranking, por cierto las fotos de las habitaciones de hotel son verdaderas, los maromos ya los he puesto yo, con el PAINT y paciencia...

Porque para empezar, aunque yo no me creo mucho lo de los marcianos, los extraterrestres y esas cosas, lo que más miedo me daba de pequeño, cuando más aficionado estaba a los programas de radio y de televisión, lo que es ahora IKER JIMENEZ, era antes el Dr. JIMÉNEZ DEL OSO, era el tema de las abducciones... la típica historia del tejano, andando sólo por el desierto, al que abducen los marcianos, y le meten sondas anales, y microchips en el cerebro, y lo putean, y luego lo vuelven a dejar en el desierto, semidesnudo y desorientado... eran como para acojonar a cualquiera... ¡pero de ahí a dedicarle una habitación de hotel entera, va un mundo! Pero bueno, pensándolo bien, con el acompañante adecuado puede que me dé morbo y todo, lo de las abducciones, me refiero... lo de las sondas anales se puede hacer sin necesidad de tantas lucecitas alrededor, que para eso me pongo las luces de navidad en el culo... ¡no te jode!

¡Y miran que las autoridades no hacen nada más que inventar campañas publicitarias para que no seamos comodones y usemos más el transporte público! Pero, comodidades aparte, se me antoja que follar en el METRO, aparte de quien pueda tener una fantasía sexual de esta naturaleza, debe ser tarea harto difícil –lo digo por la gente de alrededor-, a la par que incómoda –lo digo porque es que yo para eso sí soy comodón, para follar la cama y poco más, la ducha, si acaso...- aunque mirándolo bien, lo mismo el traqueteo del tren le da un aspecto nuevo y diferente a los traqueteos pélvicos de tan solemne momento... en fin, que esta es la propuesta número dos de los RABU HOTERU para los amantes.... ¡del transporte público!

Mira que yo he sido una persona aprensiva para todo lo referente a las agujas y la sangre, y por aquello de si “no quieres arroz, toma tres tazas”, por culpa de mi enfermedad, llevo ya casi cuatro años a base de análisis de sangre mensuales y sueros una vez al trimestre, cuando las cosas van bien... o sea que, ya ando curado de espantos... pero lo que me echa para atrás son los japoneses éstos, que sí, que todos hemos tenido fantasías con ese médico imponente, o ese enfermero guapísimo, que se quita la bata de repente y te inyecciona todo, todo, todo... pero fantasías aparte (es que el porno hace mucho daño en las mentes impresionables) no me digáis a mí que lo de los japoneses no es de juzgado de guardia... ¡Eso sí, la habitación está que te mueres, que no le falta ni un detalle!

Yo no sé cómo seréis vosotros de escandalosos en eso del follar... yo reconozco, por mi parte, que antes era mucho más silencioso y comedido, aunque últimamente me he vuelto un poco más chillón en la cama... bueno, suelo aguantar bastante calladito (¡calladito yo!) el tirón, pero en el momento del descorche final sí que me suelo despendolar vocalmente un poco... Ni me ronda, por tanto, ni me pone, la idea de follar en una biblioteca, claro que, tal y como están las cosas, porque con internet y la ESO (la EDUCACIÓN de SUBNARMALES OBLIGATORIA), ahora debe de ser más fácil que nunca follar en una biblioteca... ¡estarán siempre vacías! con la salvedad de la bibliotecaria, y ya se sabe que ésas no se meten en muchos berenjenales, salvo que armes mucho escándalo, ahora, insisto, que en los hoteles japoneses del amor, por no faltar, no falta detalle, ahora me queda una duda... ¿Esos libros son de verdad, o de esos de atrezzo, que sólo tienen portada?

Y la idea de follar en el trabajo, con el jefe, en plan secretario sumiso, no es que no me ponga, es que en los trabajos que he desarrollado hasta ahora no es que el jefe estuviese para muchos trotes... Ves, ya si hablamos de compañeros de trabajo, entre iguales, sí que se me pueden ocurrir uno o dos, insisto, uno o dos, porque no hay nada más potable, que ya le tengo la ficha hecha a todos ellos... y es que, ya lo dice el refrán, que por eso es sabio y antiguo “Donde tengas la olla, no metas la polla” y es que el sexo en el trabajo y el acoso laboral suelen tener unas líneas muy mal dibujadas y muy mal definidas... ¡para eso quedas fuera del trabajo y ya follas a gusto con quien quieras, en su casa o en la tuya! Por cierto, daros cuenta del detalle de la oficina de la habitación del RABU HOTERU japonés... ¡han sustituido los tacos de folios de 500, por tacos de paquetes de KLEENEX! Yo es que me parto de risa... ¿Para qué querrán tantos KLEENEX?

Y ya sabemos que los japoneses son muy cultos, que están hartos de ver nuestro MUSEO DEL PRADO hasta por la parte de atrás de los cuadros, pero la idea de recrear, en un hotel RABU de estos, la célebre concha del nacimiento de VENUS, en el jakuzzi del hotel, me parece desbordante, estoy por deciros que de todas las propuestas es la que más me pone, ciertamente, que yo soy muy acuático, amén de la propensión de mi miembro viril a ponerse, automáticamente erecto, al sentir el frío de un plato de ducha en la planta del pie... Y puestos a fantasear, seguro que todos tenemos algún perla mitológico y semi-dios, que nos gustaría que saliese dentro de la concha, cual venus sorprendida, para que le diéramos su primera lección de sexo humano...