DIBUJITOS DE AYER, QUE NO DE HOY...


A mí siempre me ha gustado dibujar, desde pequeño, y el caso es que no se me daba nada mal, luego, supongo que como todo en este vida, dejé de hacerlo y como todo don se conserva con la práctica pues, ahora, sería incapa de dibujar nada medianamente decente…

Mi madre, orgullosa de cualquier chorrada de sus hijos, a la par que previsora, tenía todos nuestros díbujos, los de mi hermanos y los míos, primorosamente guardados en carpetas con nuestros nombres, pero la “pava –porque no tiene otro nombre- de mi hermana, una vez que un amigo suyo –que estudiaba magisterio de infantil- le pidió “material” sobre un trabajo que estaba haciendo sobre “no se qué de psicoanalizar los dibujos de los niños pequeños” no tuvo otra ocurrencia que darle “mi carpeta¡No te jode, que le hubiera dado la suya! Con lo cual ese tesoro gráfico, los dibujos de mi más tierna infancia se perdieron… y lo que es peor, también me quedé sin saber qué conclusiones psicoanalíticas y gilipollescas se podían deducir de mis dibujos… Con todo alguno salvé de la quema, que son los que os ofezco a continuación…

En primer lugar no os perdáis el BARCO PIRATA que no es el de los PLAYMOBIL, pero podría serlo (entre otras cosas, nunca tuve el barco pirata de los PLAYMOBIL) Y antes de que tengáis ninguna tentación psicoanalítica ya os doy o algunas pistas: Fijaros, por ejemplo, en el perro, que está con el vigía, es un perro salchicha, que por aquella época eran los únicos perros que pintaba, además, tiene catalejo, lo mismo que el vigía al que acompaña… No os perdáis el detalle del delfín, al que el jefe pirata arroja un pez por la borda… ¡Que no le falta el detalle del pañuelo pirata y el zarzillo en la oreja! ¿Los delfines tienen orejas? ¡Pues claro, si no, de dónde se cogen los zarzillos! Y no os perdáis, para ser un dibujo de un niño pequeño, lo elaborado del artesonado de la barandilla del lugar noble del barco, donde está el jefe pirata… ¡Es que yo era un artista, y las molduras y el dorado, muy de maricones….!

Este otro dibujito mío tiene hasta título “EL AMOR VIVE” de donde deduzco que debía ser la ilustración de algún tema de catequesis, seguramente algo del Amor de Dios, y esas cosas, aunque no os perdáis el detalle de que represente a Dios como un sol, que acaricia y llega con sus rayos a todos sus hijos, dispersos por el mundo, en este sentido, ahora me doy cuenta, una imagen muy egipcia del Dios Rá, cuando el faraón hereje, AJNATÓN, eliminó de un plumazo el panteismo egipcio para consagrarse a un dios monoteista, único, que era Rá, también representado como un sol que bendice y protege en cada uno de sus rayos… e impagable el hecho de que los benefactores de la bendición divina, los muñequitos, estén de rodillas rezando, al menos uno de ellos…. lo que ya se me escapa es qué cóño quise expresar con tanta estrella negra alrededor…

Y para rematar, otro dibujito de la catequesis, sin duda alguna un dibujo del archifamoso templo de SALOMÓN, que no me digáis que no tiene guasa la cosa, que me mandan dibujar un templo, y yo, católico de pro, y un inocente niño que nada sabe del templo de JERUSALÉN, pues se imagina el único templo que conoce: Una buena casa, con su buena cruz en todo lo alto… y no me digáis que no es cuca y coqueta la vidriera del rosetón de la fachada… ¡Es que siempre he sido un amante de los detalles! Lo mismo que la puerta, más grande que las ventanas… ¡A lo mejor es para que pase por ellas “la nube del altísimo” que es como llama la Biblia a la presencia de Dios en el templo de SALOMÓN! (O sea, que encima de todo, va a aparecer que, en vez de estar haciendo trastadas… ¡hasta escuchaba con atención las explicaciones de la catequista!)

Hoy, ya, como se suele decir, no sería capaz de dibujar la “o” con un canuto