Tedetés endemoniados.


Estoy en la ruina.
Y la culpa de todo, la tienen mi madre y mi Burbu.
A ver! No es normal que las madres congenien tan bien con los yernos/as... pero la mía, de repente, se ha hecho amiguísima del Burbu. Y resulta, que entre los dos, me han hecho pelar mi cuenta bancaria -ya de por sí pelada- obligándome a adquirir un televisor igualito al que aquí aparece.
No hay derecho. Yo estaba tan contento con mi pequeño televisor, regalado por mi madre y que la misma ganó en un concurso televisivo, hasta que llegaron mi Burbu y mi madre a fastidiarme la vida.
El Burbu, me tachaba de miserable por tener esa risión de minitelevisor donde no podía ver a Belén Esteban y su brillo corporal cuando viene a casa.
Mi madre, ante la ostentación del Burbu -cuya mansión está dotada de todo tipo de chismes y comodidades varias-, empezó a echarme en cara que en mi antigua televisión no se veía la gente completa... ni se leían los carteles en condiciones e incluso que hasta Zapatero salía con mala cara. Y eso, según mi madre, era por culpa de mi antiguo televisor.
Y entre los dos, me han precipitado al abismo obligándome a comprar semejante esperpento que ocupa medio comedor y no pega, para nada, con mis antigüedades.
Y así... ha llegado la técnica a mi casa. Yo... que no soporto una película entera, me he visto obligado con cuchillo en mano, a comprar este esperpento para que Burbu vea "Sálvame" y "La Noria" y para que mi madre vea "Saber vivir" cuando viene a casa.
¡No hay derecho!... Sencillamente, no hay derecho.
Esto es lo más contrario a la política de ahorro a que nos llama este Gobierno. Definitivamente, estoy cooperando con la subida del IPC y manifestando síntomas de una ostentación impresentable.
Si se enteran los cacos de todo ésto... el Burbu tendrá la culpa de los robos que haya en mi "maison".
¡Te lo advierto, Burbu!... Si me roban... ¡te pelo!