¡Setón!


En la primera localidad donde yo estuve trabajando, uno de los "apelativos" cariñosos que se decían era "Setón".
Yo, siempre pensé que los setones eran grandes setas, pero no. En aquella ciudad, setón era sinónimo de "melón" -que también es una fruta-, "patoso", "cenizo", "torpe", "trasto", "cebollo". Y si a alguien había que decirle que se callara -tipo monarquía española-, pues se le decía: ¡callate ya, setón! o ¡silencio, setona! -que era lo más común que allí se decía dado que como yo era el único maromo, pues la palabra era "setona", porque yo aprendí rápidamente los dichos del lugar y los aplicaba con asiduidad-.
En todo caso, en estos días mi tierra está dando grandes "setones y setonas". Y es común ver por los montes a la gente buscando tan exquisito fruto ofertado por los pinares verdes de la sierra verde. Y claro... es común tambien que haya "setones" que se van al otro mundo por comer setones venenosos. Y todos los años tenemos a algún Valenciano o Madrileño que, imitando al emperador Claudio, se empeña en zampar setones venenosos a pesar de las recomendaciones hechas por los lugareños a los "setones" de ciudad. ¡Total! La sabia gente de Madrid y de Valencia, vienen cargados con sus cestas y sus rastrillos, esquilmando el monte y empeñándose en comer los setones de colores atractivos -que suelen ser los más venenosos de todos- a pesar de la recomendación de los "paletos" lugareños.
El resultado: muertos por "setones".... por comer setones y por ser unos "setones".
Y precisamente, ayer me regalaban a mí unas lugareñas estas maravillosas setas. Yo, que no quiero ser "setón" pregunté y repregunté si eran comestibles, porque no quiero acabar como un "setón" en el otro mundo mientras que Pimfito disfruta una nueva victoria de ZP, Stultifer subiendo escaleras palaciegas, Alex ligando por las discotecas de Madrid, Thiago comprándose nuevos calzoncillos de colores, Edgar admirando maromos increibles, Alvaro ligando más allá del charco y Burbujas granjeándose las amistades de nuevos fotógrafos y blogueros buenorros.
El caso es que me dijeron que no fuera tan "setón" y que me comiera esas estupendas y magníficas setas. Que eran exquisitas.
Esta misma mañana, he dado las órdenes oportunas para que las preparen en casa... así es que si mañana no doy señales de vida, habréis de saber que he muerto por "setón".