Nada más y nada menos.
¡Y mira que suena mal a mis oidos ese término! Pero esta mañana, mientras me daba la caminata diaria para venir a trabajar, me he encontrado con una de mis admiradoras universitarias... una amiga de los tiempos de la facultad en cuya relación siempre intuí un deseo de ir a más por su parte. Después del típico beso y de acompañarla un rato en el camino, nos hemos despedido tras relatarme sus avatares diarios tan sufridos en el trabajo:
-Bueno... de verdad que necesito descansar. Que una tiene que tomarse su tiempo para cuidarse.
-Pero si no lo necesitas, estás "tremenda" -le he dicho yo, de forma cariñosa.
Y he aquí su respuesta mientras me miraba de arriba a abajo, centrando su mirado en mi paquete ajustado por los últimos vaqueros adquiridos en ciudad costera:
-¡Tú sí que estás como siempre, cabrón!.
¡Dios!... ¡cabrón!, me ha llamado "cabrón"... con lo fea que a mí me parece esa palabra.
Pero, continuando con mi kilométrica ruta mañanera, le he estado dando vueltas a esas palabras y a su entonación:
¡Cabrón!... ¡me ha llamado cabrón!... Pero claro!... No sé que quiere decir exactamente con esa expresión... porque, a primera vista, creo que ha querido decir que "estoy tan bueno como siempre y que ya de paso, me daría un buen revolcón"... jajajaj!... pero luego, meditando malicionsamente, se me ofrecen varias posibilidades:
-Que siempre he sido un cabrón y que, lógicamente, sigo tan cabrón como siempre. Y que dada mi "cabronez", ella me tiene tantas ganas como en su día tuvo. O:
-Que he pasado y devenido en este tiempo a ser cabrón de lo bien que me ve y apetitoso que le resulto. O:
-Simplemente que he pasado a ser cabrón por seguir tan cabrón como siempre y por verme tal cual me veía.
jajajaj! Total... que uno no puede empezar a trabajar así. No puede levantarse y empezar una caminata y que le llamen ya de buena mañana CABRON!!!
Y... ahora que lo pienso: ¿qué querrá decirme con eso de CABRON?... ¡Voy al diccionario!
¡Y mira que suena mal a mis oidos ese término! Pero esta mañana, mientras me daba la caminata diaria para venir a trabajar, me he encontrado con una de mis admiradoras universitarias... una amiga de los tiempos de la facultad en cuya relación siempre intuí un deseo de ir a más por su parte. Después del típico beso y de acompañarla un rato en el camino, nos hemos despedido tras relatarme sus avatares diarios tan sufridos en el trabajo:
-Bueno... de verdad que necesito descansar. Que una tiene que tomarse su tiempo para cuidarse.
-Pero si no lo necesitas, estás "tremenda" -le he dicho yo, de forma cariñosa.
Y he aquí su respuesta mientras me miraba de arriba a abajo, centrando su mirado en mi paquete ajustado por los últimos vaqueros adquiridos en ciudad costera:
-¡Tú sí que estás como siempre, cabrón!.
¡Dios!... ¡cabrón!, me ha llamado "cabrón"... con lo fea que a mí me parece esa palabra.
Pero, continuando con mi kilométrica ruta mañanera, le he estado dando vueltas a esas palabras y a su entonación:
¡Cabrón!... ¡me ha llamado cabrón!... Pero claro!... No sé que quiere decir exactamente con esa expresión... porque, a primera vista, creo que ha querido decir que "estoy tan bueno como siempre y que ya de paso, me daría un buen revolcón"... jajajaj!... pero luego, meditando malicionsamente, se me ofrecen varias posibilidades:
-Que siempre he sido un cabrón y que, lógicamente, sigo tan cabrón como siempre. Y que dada mi "cabronez", ella me tiene tantas ganas como en su día tuvo. O:
-Que he pasado y devenido en este tiempo a ser cabrón de lo bien que me ve y apetitoso que le resulto. O:
-Simplemente que he pasado a ser cabrón por seguir tan cabrón como siempre y por verme tal cual me veía.
jajajaj! Total... que uno no puede empezar a trabajar así. No puede levantarse y empezar una caminata y que le llamen ya de buena mañana CABRON!!!
Y... ahora que lo pienso: ¿qué querrá decirme con eso de CABRON?... ¡Voy al diccionario!