A mí, de todo lo visto este último año, el chulazo que mas me ha gustado ha sido éste: Zeb Rangle, el hombre que nunca sonríe (bueno, una vez creo..., jaja).
Me encanta, me vuelve loco; me gusta todo de él, hasta esa cara de permanente cabreo. Ese cuerpo maravilloso, esos ojos verdes y brillantes, ese pelo, esa piel... hasta esa "actitud". Es mi hombre perfecto, mi chico a imitar. Así que si me véis por ahí en el monopatín con cara de cabreo, soy yo que, o bien voy imitando a Zeb, o que estoy hasta los cojones de las viejas que protestan porque les doy una ostia en los tobillos con el skate, jajaja. Bezos.