Mi abuela siempre me dice, a la hora de comer, que los jóvenes hoy nos quejamos de vicio, que en su época tenían que comer lo que hubiera; y que nunca decía que "esto no me gusta", que solo comían pollo los domingos. Yo, ahora que hay otra crisis económica, quiero adelantarme a este racionamiento y daros también polla para comer los domingos. Aunque creo que hoy, con las pollas que aquí hay nadie va a quedar con hambre, jajaja. Bezos.