Ave, César.


Esto del Ave me está haciendo perder la paciencia.
Yo, persona siempre interesada en el bien ajeno, llevo todo el mes intentando convencer a mi compañero salvapatrias de que el Ave no es para él. Pero, el cenizo de compañero que tengo enfrente, no entra en razones.
Y claro... yo, que soy ferviente defensor del tren convencional, estoy por la labor de derrumbar la línea de Ave que pasa por mi ciudad. Y es que, acostumbrado a unos precios racionales, me resulta incomprensible cómo uno puede gastarse ese dineral para ir a Madrid o Valencia... Y me resulta menos incomprensible cómo en una ciudad tan provinciana la gente esté tan ilusionada con el proyecto.
Y es que a mi compañero de fatigas no hay manera de hacerle comprender que el Ave no es para esta ciudad ni para paletos que se dedican a ir a la estación para ver pasar el artefacto. Y menos para viajeros acostumbrados a montar en el tren con el "pollo de corral" o con los baúles de La Piquer... ¡no hay forma!... Y mi compañero sigue empeñado en que el Ave no es caro dado que si sacas los billetes por internet y con 15 días de antelación tienes un descuento del 60%... pero yo me pregunto: ¿quién en estas tierras conoce internet y quién en la España profunda puede planificar un viaje quince días antes?
Y ¡nada! Mi compañero insiste en que el Ave es dios... y que la ciudad ha pasado a ser una Ciudad Suprema por el hecho de que el Ave pase a 10 kilómetros de distancia desde el centro... que esa es otra... Para ir a la estación del Ave tienes que contratar un coche de caballos... que entre animales queda el asunto: caballos y aves.... Pero ni con esas; el tarugo de mi compañero no entra en razocinio.
Y... para colmo, va y me dice que los ancianos tienen descuentos y que pueden ir a Madrid por cuatro duros... ¡total! Que en este Ave tienes el peligro de encontrarte como compañero de viaje a todos los abuelos del territorio con pollo en mano y jamón de la zona para sus hijos pijos de Madrid/Valencia... ¡menuda historia!... ahora resulta que esta nueva línea de Ave es la línea del inserso... porque sólo los abuelos -y dadas las rebajas- pueden tener capacidad adquisitiva para montar en el moderno tren.
Yo ya le he vaticinado a mi compañero que en cuatro días el Ave no parará en la ciudad porque a esos precios, cuando la novedad se extinga, ¿quién montará en el Ave?...
Pero aquí, todo gira alrededor de este Ave, que más que Ave es Buitre -pelador de bolsillos-... y como metáfora ahí están los buitres de toda la sierra dando vueltas alrededor de la nueva estación ecológica que nos ha construido Pepe Blanco -ese gallego eminente- dejando sin servicio el tren convencional que yo usaba con tanto gusto.
Estas navidades en mi ciudad ha sido la "Avenidad"... porque aquí, si no tienes billete de Ave, no eres nadie. Y ahora, en vez de ir a ver el Belén de la Diputación, lo que se lleva es ir a Madrid a ver cualquier Belén de la plaza Mayor... eso sí... ¡en Ave!.
Otra cosa será mañana... cuando la gente piense de nuevo en la crisis y en los precios de los billetes... La "Avenidad" se convertira en decepción... y todos habremos de ir a Madrid en "Autorrés"... como toda la vida. Sin sueños y sin ilusiones.
Y mi compañero... seguirá planificándose los viajes a Madrid con 15 días de antelación... para "montar en el Ave" y ser un chico "moderno"...

¡Ave Caesar, morituri te salutant!