Mi novio al principio no era muy aficionadillo a comerme el rabo, prefería otras cosas además de jugar a las cartas, jajaja, pues yo soy su primer hombre. Pero ahora le ha cogido un gusto el tío... ¡y yo para qué contarte! jajaja Estoy encantado; no sabéis con que alegría y ganas lo ha cogido; y ahora me lo hace con un arte... ¡Parece que estuviera comiendo pollas toda la vida, jajaja!.
Y es que comer pollas no lo hace bien todo el mundo, que hay por ahí algunos que te hacen cada chapuza, jajaja. Bezos.