894. Una de mamaditas...

No creo descubrir nada nuevo si digo que una de las más preciadas expresiones del amor gay es la mamada. No hay nada como comerse una buena polla limpia, pura y neta. Solo nosotros sabemos lo mucho que nos gusta que nos chupen el rabo, y nada hay más rico que el sabor de una polla, mientras la salivabamos esperando la penetración. Es sin duda, una de nuestras más sabrosas y preciadas prácticas. Nos gusta comer un rabo más que nada en este mundo... Y por ello nos gustan grandes, que ocupen toda la boca que nuestros labios la puedan succionar entera mientras nos llega hasta la garganta...

Para muchos un ídolo, para todos el vehículo de nuestro más preciado placer. Os dejo hoy con unos cuantos buenos ejemplos de como se debe comer una buena polla. Bezos.